Un socorrista y una doctora improvisaron sala de parto en la Unidad de Salud Zacamil para asistir a una embarazada
Cansada y casi sin fuerzas así llegó una embarazada a pocos metros de la Unidad de Salud; ya no había tiempo para ir a un hospital. Para su fortuna, unos profesionales médicos reaccionaron rápido. Esta es la historia.
Corriendo, asustada, agitada y con lágrimas en sus ojos llegó hasta la parte trasera de una ambulancia estacionada frente a la Unidad de Salud de la Zacamil, una niña de 11 años quien buscaba ayuda para su madre. La mujer estaba a punto de dar a luz a su quinto hijo.
Justo atrás de la ambulancia se encontraba Luis Ignacio Guinea Zelaya, de 38 años, socorrista de Cruz Verde, quien al escuchar la desesperación de la menor no dudó en acudir a ver lo que sucedía.
“Cuando llegó la niña yo asomé la cabeza y vi a la señora moviendo las manos por la aflicción de ya no aguantar los dolores, apretando las rodillas para evitar que el bebé se saliera antes de llegar a la Unidad de Salud”, explicó Guinea.
El hecho ocurrió el pasado miércoles, y según el socorrista fue a eso de las 6 de la mañana, momentos en que él se encontraba entregando el turno.
“Al ver que la señora ya no podía caminar me le acerqué rápidamente, lo primero que hice fue ir a traer una silla de ruedas para sentarla, y ya como pudo se agachó y se sentó, así la metimos a la unidad de salud, al ingresar las enfermeras y una doctora que se encontraban en el lugar reaccionaron de inmediato”, indicó el socorrista.
Guinea comentó que la doctora, al ver la situación, comenzó a hacer una referencia para trasladarla al hospital, pero justo en ese momento las contracciones se hicieron más frecuentes cada cinco minutos y con una duración de más de un minuto, lo que indicaba que debían de realizar un parto pre-hospitalario de inmediato.