Ambientalistas luchan por resguardar el último nido de la lora nuca amarilla en Metapán

Tres organizaciones han unido esfuerzos para cuidar el que podría ser un último nido de esta especie en peligro de extinción.

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La iniciativa que piensan impulsar las tres organizaciones favorecería de igual forma la conservación de las loras nuca amarilla que están en tierras de Jucuarán, en el departamento de Usulután; y en el Área Natural Protegida Barra de Santiago - Santa Rita, en Ahuachapán. Foto EDH/ AFP

Por Susana Joma

2019-02-21 10:29:44

La lora nuca amarilla está a punto de pasar a ser solo historia en Metapán, Santa Ana. Representantes de organizaciones que luchan por proteger la biodiversidad, incluyendo biólogos, manifestaron esta semana que hay fuertes indicios de que el número de ejemplares viviendo en libertad y tratando de sobrevivir en esa zona no excede los 10, sino es que acaso ya solo queda uno.

Silvia Figueroa, representante de la Fundación Enrique Figueroa, de ese municipio, informó que junto con la organización estadounidense Paso Pacífico, con el apoyo de la Fundación Zoológica (Funzel), buscan la forma de proteger un nido detectado en las últimas semanas en un terreno privado.

Esta lora, cuyo nombre científico es Amazona auropalliadta, se caracteriza porque en la nuca tiene un parche de plumas color amarillo brillante, y el resto del cuerpo es verde con un espejo de plumas rojas en las alas. En estado adulto puede alcanzar los 37 centímetros de largo.

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Para 2009 esta especie ya estaba en la lista nacional de especies en peligro de extinción, siempre como resultado de la depredación a la que ha sido sometida para comercializarla como mascota. Sin embargo, también es considerada en peligro de extinción por su distribución, desde el Sur de México hasta Costa Rica.

“Desdichadamente solo nos ha quedado un tan solo nido activo (en Metapán), que estamos protegiendo como proteger la joya más importante en este mundo”, dijo Figueroa.

En ese contexto, el pasado martes y con la colaboración del propietario del terreno donde está el árbol con el nido, así como la ayuda del personal de una hacienda, de Paso Pacífico y de Funzel, colocaron cámaras y un cerco en todo el perímetro, y se mantendrá vigilancia para salvar los polluelos.

Los depredadores sacan de los nidos a las crías de la lora nuca amarilla. Cuando esto ocurre, la mayoría de ellas muere. Foto EDH/ Cortesía Néstor Herrera

“Otro nido ya había sido saqueado cuando nos dimos cuenta de la situación, y las otras loras no se han podido localizar. Esperamos poder prepararnos mejor para salvar a todos los loritos el año que viene”, precisó Figueroa, tras señalar que la fundación que preside junto a otros dos hermanos fue creada en 2004 en honor a su padre.

Néstor Herrera, biólogo de la Fundación Paso Pacífico, señaló que en este momento están haciendo una evaluación sobre la población de loras de nuca amarilla en el municipio de Metapán, lo que implica la búsqueda de nidos, el conteo de loros, la identificación de su dieta alimenticia en la zona, con la intención de saber cuántos realmente hay y estudiar qué medidas se pueden tomar para su conservación.

“Los primeros elementos nos indican que están bien bajas las poblaciones. Creemos que hay menos de 10 individuos, y el área es bastante grande como para que hallan tan pocos. Creemos que con la ayuda de los propietarios (de terrenos) privados se puede hacer un programa de recuperación de loras nuca amarilla, y en general de todas las especies de pericos que hay en la región”, expresó.

Herrera manifestó que gestionarán con el Ministerio de Medio Ambiente los respectivos permisos para realizar una investigación más profunda en las áreas naturales protegidas para poner nidos artificiales. Todo se hará en los próximos años porque se cuenta con el financiamiento de la Fundación Loro Parque de España, aunque según dijo también están buscando otros socios.

Este biólogo, quien se ha enfocado en el estudio de las aves, expuso que esta especie se identifica entre la cuenca del río Ostúa, entre la frontera de El Salvador con Guatemala, y el río Angue, región que abarca zonas ganaderas con parches de bosque seco.

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“Pensamos que lora nuca amarilla probablemente están en ese territorio que podría abarcar unas 7,000 hectáreas entre los dos países, pero nosotros probablemente lo que tenemos es una pequeña población…”, explicó Herrera.

La iniciativa que piensan impulsar las tres organizaciones favorecería de igual forma la conservación de las loras nuca amarilla que están en tierras de Jucuarán, en el departamento de Usulután; y en el Área Natural Protegida Barra de Santiago – Santa Rita, en Ahuachapán.

El especialista sostiene que la depredación de esta ave, que se suele alimentar de semillas como las de marañón, tihuilote y papaturro, entre otras, está relacionada con el hecho de que tienen mucha demanda como mascotas, y pueden llegar a costar entre $500 y $800, debido a que tienen una capacidad vocal que les permite aprender idiomas. Y como son dóciles, se facilita su cautiverio.

El especialista lamenta que la gente no ha tomado consciencia de que tener animales silvestres en cautiverio implica daño al ecosistema, pues, cada uno tiene una función. Para el caso la lora nuca amarilla, al tomar y comer semillas de los árboles favorece que las mejores caigan al suelo, germinen y de forma indirecta da paso a la reforestación; también propicia que las semillas sirvan de alimento a otros animales silvestres, como los ratones.

Sostiene que lo más triste es que los depredadores agarran las loras tiernas, y la mayoría muere porque las tienden a alimentar con masa, que les provoca indigestión y una serie de problemas gastrointestinales debido a la acción de las levaduras.

El problema, según dice, se agrava porque ellas tienden a anidar en árboles muy viejos que tienen huecos como resultado de enfermedades o producto de la acción de otros pájaros, pero en el país la mayor parte de árboles ya son nuevos y carecen de esos espacios, y en el caso de que los tengan tienen que competir por ellos con otros animales.

Mucha demanda

Entre $500 y $800

Eso pueden llegar a costar estas aves debido a que tienen mucha demanda como mascotas, por su capacidad vocal que les permite aprender idiomas.

Ricardo Ibarra, biólogo de Funzel, sostiene que si bien esa organización se enfoca en trabajar con el pericón verde de Antiguo Cuscatlán, están acompañando la iniciativa de rescate de la lora nuca amarilla, porque entre sus planes a corto y mediano plazo está trabajar con las demás especies Psittacidae.

Según Ibarra, ya en un estudio que Funzel hizo en 2001 en la parte de San Diego y San Felipe La Barra vieron si acaso dos individuos de estas loras a lo largo de un año.

Subraya que es importante realizar todo tipo de acciones para rescatar esta especie, y no solo monitorear y asegurar que no sea objeto de saqueo, sino también trabajar con la población para concientizarlas sobre las consecuencias que esto tiene.

Los bosques secos de Metapán son el hábitat de las loras nuca amarilla, pero la falta de árboles viejos ya complica su reproducción. Foto EDH/ Cortesía Nestor Herrera