Las investigaciones en torno al asesinato de la agente Vilma Haydeé Quezada Graciano, ocurrido en diciembre de 2018, han dejado como resultado la detención de Víctor Manuel Fuentes Méndez, de 22 años, quien es reconocido en el mundo de las pandillas como El Demonio, según explicaron las autoridades.
De acuerdo con la información policial, Fuentes Méndez fue ubicado esta madrugada en una vivienda de la colonia Nueva Esperanza, jurisdicción de San Antonio del Monte, Sonsonate, donde se ocultaba.
Al notar la presencia de los agentes el sujeto intentó huir por los techos de las viviendas aledañas; sin embargo, no contó con que en el sector habían más elementos de la PNC.
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“El detenido era el que los comandaba, era el palabrero de la zona”, explicó una fuente policial respecto a la jerarquía del sospechoso en la estructura delincuencial.
La misma fuente agregó que “las investigaciones van a determinar si su participación fue material o intelectual” en el asesinato de la agente Quezada Graciano.
Registros indican que Fuentes Méndez tiene vigentes dos ordenes de captura, una de ellas por el delito de homicidio agravado.
Esta mañana, durante una conferencia de prensa, la PNC no brindó detalles sobre las motivaciones que terminaron en este homicidio.
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La hipótesis más fuerte, que de momento manejan las autoridades, es que se debió a su condición de policía. Fue la única mujer de la corporación en ser asesinada durante el año pasado.
El día en que siete pandilleros atacaron a la agente Quezada Graciano
La mañana del pasado 16 de diciembre de 2018, justo cuando la agente se dirigía a un centro asistencial con uno de sus hijos, fue interceptada por al menos siete sujetos con aspecto de pandilleros que estaba armados con escopetas y calibre nueve milímetros.
Ese día, la policía gozaba de su día de descanso, había planeado salir bien tempranito a uno de los consultorios de la localidad.
Hoy se supo que la agente tenía permiso de sacar su arma de equipo cada vez que salía con sus días de descanso. Esa mañana, debido a que se dirigía a un centro médico prefirió dejarla el arma en su vivienda.
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A penas había caminado unos cuantas cuadras cuando el grupo de criminales la interceptaron en la calle principal del cantón Las Peñas, municipio de Santa Catarina Masahuat, Sonsonate.
Quezada Graciano tenía cinco años de ser policía, de ese tiempo, los últimos dos años estuvo destacada en la Oficina de Denuncias y Atención Ciudadana (ODAC) en la Delegación de San Marcos.