Cientos de personas se han visto afectadas por la falta de agua en la cuenca del lago de Coatepeque, en Santa Ana, debido a que por segundo año consecutivo el espejo de agua ha cambiado a color café pardo, indicó el Ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (MARN).
Son alrededor de 5,000 familias que no cuentan desde hace más de dos semanas con el líquido, ya que las bombas que llevan el agua hasta las comunidades se han visto obstruidas por la proliferación de algas marinas, por lo que esto les ha afectado en gran manera, ya que les ha generado un gasto en la compra de agua.
David Ramírez, colaborador de la Fundación Coatepeque y uno de los habitantes afectados, dijo que desde hace más de dos semanas que se dio el fenómeno no han tenido agua y las instituciones como la Administración Nacional de Acueductos y Alcantarillados (ANDA) no han tenido la iniciativa de enviar pipas con agua como el año pasado lo había hecho.
“El año pasado, cuando se dio el fenómeno, rápido enviaron pipas para abastecer a las comunidades, ya que el ministerio de Medio Ambiente ha dado indicaciones que no podemos consumir el agua del lago, pero no nos han dado solución”, manifestó Ramírez.
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El encargado del área de Humedales del Ministerio de Medio Ambiente, Jaime Espinoza, expresó que el tipo de proliferación desmedida de algas acuáticas no es la misma situación que genera el cambio a tonalidad turquesa.
“Esta situación es producto de los vientos nortes registrados en enero, que removieron nutrientes de las capas de aguas profundas. Dichos nutrientes favorecieron el crecimiento de las poblaciones de cianobacterias en grandes cantidades”, explicó.
La floración de algas podría continuar durante los próximos 15 días, que es el tiempo aproximado de vida de estas algas, y si las condiciones del tiempo (sin vientos) se mantienen estables.
El experto recomendó que no se consuma el agua del lago debido a que por la cantidad de algas filamentosas, se hace imposible separar los grumos de cianobacterias del agua y limita su calidad.
Otro de los habitantes, quien prefirió hablar desde el anonimato, manifestó su molestia con las instituciones, ya que no han llegado a las comunidades afectadas para verificar si cuentan con agua o si personas se han enfermado.
“Ahora nos está tocando ir a comprar los garrafones de agua, son tres los que compramos para la familia en el día, esto nos genera alrededor de seis dólares de gastos y nos toca cuidar el agua y ocupar solo para cosas básicas… esperamos esta vez no haya ningún enfermo y pedimos a las autoridades que nos envían pipas con agua”, dijo el poblador.