El hallazgo de los cadáveres de tres mujeres, un hombre y un niño en una fosa clandestina en medio de cafetales en el cantón Los Arenales, de Nahuizalco, Sonsonate, son para la Policía Nacional Civil una prueba inequívoca de que corresponden a los parientes de Omar Pimentel, preparador físico del Sonsonate Fútbol Club, quienes desaparecieron el pasado 16 de enero.
“Con las evidencias encontradas podemos concluir que se trata de las personas que desaparecieron, pero con los exámenes de ADN se va confirmar que es la familia Pimentel”, dijo el subcomisionado Hugo Padilla, jefe de la Policía de Sonsonate.
El jefe policial agregó que han descartado la posibilidad de que pudieron haber sido privados de libertad o que se haya pedido un rescate. En tanto el directo de la Policía, Howard Cotto, descartó que el móvil haya sido el robo.
La Fiscalía General también confirmó el hallazgo pero informó que esperarán los resultados de pruebas de ADN para corroborar que se trata de los parientes de Pimentel.
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El subcomisionado Padilla confirmó que en una sola fosa, de unos dos a tres metros de profundidad, fueron descubiertos los cuerpos uno encima del otro. Primero estaba el cadáver de una mujer, luego el niño, encima una mujer, sobre ella el hombre y después otra mujer.
El jefe policial detalla el proceso que los ha llevado a localizar los cuerpos de las víctimas. #Nahuizalco. pic.twitter.com/uVY8GMKGzG
— PNC El Salvador (@PNC_SV) February 8, 2019
A todos los cadáveres únicamente se les observaban lesiones provocadas con arma blanca, aunque en la zona fueron descubiertos algunos casquillos nueve milímetros, detalló el subcomisionado Padilla.
El criminalista de la Fiscalía, Israel Ticas, confirmó que los cadáveres del grupo familiar se encontraban a dos metros de profundidad y que por las condiciones del clima y del suelo de la zona, el proceso de descomposición ha sido lento, lo que ha ayudado a que el proceso de inspección de las autoridades forenses se haga con toda normalidad.
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“Los cuerpos se pudieron limpiar con facilidad, tienen el músculo firme y no hay tanto daño de tejido”, detalló el forense.
Más tarde, el director de la PNC, Howard Cotto, afirmó que los cuerpos encontrados en Nahuizalco tienen “fuertes indicios” que son de los familiares del preparador físico, aunque serán las pruebas de ADN las que confirmarán su identidad.
Autoridades presumen que cadáveres hallados en Nahuizalco son de familiares de Omar Pimentel
La Fiscalía General de la República exhuma cinco cadáveres en el cantón Los Arenales de Nahuizalco. La PNC señala que podrían tratarse de los familiares del preparador físico del Sonsonate FC, quienes desaparecieron el 16 de enero.
Cotto dijo que se ha detenido a cuatro personas, entre ellas una mujer, vinculados a los asesinatos y que, según sus informes, en el hecho participaron unos diez individuos, al parecer pandilleros.
Los detenidos son Ronald Isaías Valencia Aguilar, quien es el segundo cabecilla de la pandilla MS en Nahuizalco y se le acusará de ser el autor intelectual de la masacre. También se detuvo a Carlos Eduardo Cerna López, William Martínez Ramos y Jenny Isaura Mendoza González, compañera de vida de Valencia Aguilar.
La incertidumbre
Tiempo que llevó a las autoridades dar con el paradero de la familia que desapareció el 16 de enero
Éste último junto a Cerna López fueron detenidos un día después de la desaparición de la familia, solo que en esa oportunidad por andar un fusil M-16. Valencia Aguilar participó en el homicidio de un custodio penitenciario en Sonsonate, registrado el año pasado.
Cotto descartó el robo como móvil de la masacre.
El subcomisionado Padilla aseguró que encontraron un suéter de un niño, un pantalón deportivo, un pantalón y una falda. Estas prendas, según la fuente, ya fueron reconocidas por los familiares de Pimentel, quienes señalaron que pertenecían a la víctimas. Para el caso del suéter, tenía una marca de ropa deportiva y coincide con el que usó el 16 de enero el niño.
Los trabajos de reconocimiento del terreno y excavaciones iniciaron el martes pasado, luego de que las autoridades fueran alertadas del sitio exacto donde estaban sepultadas las víctimas.
El final de un calvario
La noche del miércoles 16 de enero fue la última vez que Pimentel supo de sus familiares, después que ellos viajaban a su residencia en Chalchuapa tras de ver un partido entre el Sonsonate y Sid Municipal, en Sonsonate.
Su esposa Rosa Ivette Colindres de Pimentel, de 40 años; su hijo Marcos A., de 12; su suegra Silvia Jaco de Colindres, de 63; su cuñado Carlos Jaco, de 35, y Tania Monterrosa, de 25, desaparecieron en la zona conocida como El Canelo.
Esa noche, en una llamada telefónica con Pimentel, sus parientes le contaron que habían tenido que parar en el cantón El Canelo porque la llanta del carro se les había pinchado. Esa fue la última conversación de la familia.
