Una serie de videos captados por el sistema de seguridad del edificio en donde residía la joven salvadoreña Pamela Burgos, en la Zona 1 de la Ciudad de Guatemala, han puesto en duda la veracidad de las declaraciones del, hasta ahora, único testigo de su desaparición, que ocurrió a mediados del mes pasado.
Según la versión de ese testigo, que es portero del edificio de apartamentos, la joven salvadoreña salió del inmueble durante la mañana del lunes 14 de enero. En su descripción relata que Pamela usaba un vestido color azul, un par de zapatos tipo tenis y llevaba una mochila en la espalda. Además, destaca que la estudiante abordó un automóvil negro frente a la acera de ese mismo edificio.
Sin embargo, los videos de seguridad constatan que la versión de ese testigo no coincide con lo que realmente ocurrió. En las cintas, puede verse a Pamela dejar su apartamento, abandonar el complejo habitacional y salir hacia la calle. No obstante, al avanzar la grabación, nunca se observa a la joven abordar ningún vehículo y tampoco viste según la descripción del portero. Esto lo confirma también la madre de Pamela, quien tuvo acceso a las grabaciones completas del sistema de videovigilancia del recinto.
Las cámaras de seguridad también registraron otra serie de detalles que han llevado a los investigadores guatemaltecos a replantear las hipótesis sobre las causas de la repentina desaparición de Pamela. Incluso la familia de la joven afirma que, tras haber visto las grabaciones, han surgido nuevas dudas y sospechas que, en un primer momento, no habían considerado.
Familia y amigos de Pamela Michelle Burgos Valencia, de 25 años, aún no se explican las razones de la desaparición de la joven estudiante de gastronomía, con quien perdieron comunicación hace más de una semana.
“No nos querían dejar ver los videos”
La familia de Pamela Michelle Burgos Valencia insistió por 18 días para que los dueños del complejo de apartamentos, en donde la joven salvadoreña residía, les permitieran revisar las cintas del sistema de videovigilancia y fue hasta la mañana de ayer (viernes 01 de febrero) que consiguieron hacerlo, mediante la intervención del cónsul salvadoreño y la embajada de El Salvador en Guatemala.
El retraso en las investigaciones de la desaparición de la joven salvadoreña no se limitó a la entrega de las cintas de seguridad. Según declaraciones de la familia de la joven, las autoridades de Guatemala fueron negligentes pues no asignaron a un fiscal al caso sino hasta 12 días después de la denuncia. Las autoridades se excusaron diciendo que la denuncia inicial no había sido transferida al Ministerio Público.
Esto impidió que la policía comenzará con las indagaciones. “No veíamos avance, nos dimos cuenta que la policía tenía los videos desde el jueves anterior y no habían hecho nada”, declara la madre de Pamela, quien ha debido dejar su hogar y su trabajo en El Salvador para viajar al país vecino y hacer presión para que el caso de su hija no quede varado.
Fue luego de la presión de la embajada salvadoreña que el Ministerio Público de Guatemala asignó finalmente a un fiscal al caso y las investigaciones comenzaron a fluir con mayor rapidez desde el pasado jueves. “Hoy sí puedo decir que alguien más, a parte de nosotros, está buscando a mi hija”, declaró la madre de Pamela a El Diario de Hoy.
“Si cuenta con información que sea relevante para las investigaciones del caso, puede comunicarse al numero especial destinado por la familia: +502 3531-1316”
Las horas previas a la desaparición
La última vez que alguien consiguió comunicarse con Pamela Burgos fue la tarde del sábado 12 de enero. Ese mismo día, la joven salvadoreña fue vista por última vez caminando por las calles de la Ciudad de Guatemala. Asistió a una cita con un amigo en una cafetería local, muy cerca de la escuela en donde estudiaba la carrera de gastronomía, en la Zona 4 de la ciudad.
La familia relata que intentaron comunicarse con Pamela a la mañana siguiente, el domingo 13 de enero, pues les pareció extraño que no hubiese contestado en toda la noche y que dejara de hablar sin despedirse. Fue entonces que notaron que los mensajes de texto y audio se enviaban, pero ella ya no los recibía ni escuchaba.
En un primer momento, pensaron que se debía a un problema con la redes telefónicas, situación que ya se había presentado antes, pero al cabo de unas horas comenzaron a notar que lo que ocurría ya no era normal. Fue hasta la mañana del lunes 14 que, preocupados, decidieron llamar a su teléfono celular. El aparato ya se encontraba apagado y las llamadas eran dirigidas al buzón de voz.
Entonces, se pusieron en contacto con amigos cercanos a la joven en Guatemala, pero nadie consiguió dar referencia sobre ella o su paradero. Los amigos visitaron el lugar de trabajo de la joven, en donde les informaron que no se presentaba a su puesto desde el sábado anterior. Ella debía acudir nuevamente el martes, pero tampoco asistió. Ante esta situación, la madre de Pamela viajó a Guatemala para reportar la desaparición a las autoridades.
La angustiante búsqueda de la salvadoreña Pamela Burgos en Guatemala
La joven salvadoreña desapareció el 12 de enero, ese mismo día, la joven fue vista por última vez caminando por las calles de la Ciudad de Guatemala. La familia describe que hasta la mañana del lunes 14 que, preocupados, decidieron llamar a su teléfono celular el aparato ya se encontraba apagado.