Contrario al discurso triunfalista del Gobierno en el que asegura que la delincuencia y en especial los homicidios han disminuido, el presidente Salvador Sánchez Cerén firmó un decreto en el que prohibe la portación de armas de fuego en seis zonas delimitadas de San Salvador debido a que la actividad delictiva genera un ambiente de inseguridad para los residentes capitalinos o los que visitan la ciudad.
La medida, que se prolongará por dos meses a partir de su vigencia el 12 de diciembre pasado, está sustentada en el decreto ejecutivo número 59 de la Presidencia de la República, pero con la posibilidad de prorrogarla.
El jueves, se pidió al vocero policial , subcomisionado Miguel Ángel Guerrero Vallecillos, que proporcionara los resultados preliminares de la disposición a más de un mes de estar en vigencia, pero se limitó a decir que “ha sido un éxito”, sin dar cifras de la misma.
La Policía registra 15 homicidios en los primeros 23 días del año, seis menos que en el mismo período del año pasado, en el que se contabilizaron 21 crímenes.
Las justificaciones de las autoridades para imponer la prohibición de portar armas de fuego, aunque sus propietarios las tengan registradas legalmente, están relacionadas a que la actividad delictiva sigue provocando una situación de inseguridad para la población que reside o visita la ciudad capital.
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Autoridades pretenden prohibir el uso de armas en todos los municipios del plan El Salvador Seguro.
Señalan las autoridades, según el decreto, que: “existe información que evidencia que hay una marcada tendencia a la alza en cuanto a los delitos de homicidio, homicidio tentado, robo y amenazas, cometidos con armas de fuego”. Aunque destacan los esfuerzos que hace la Policía junto con las autoridades municipales y la Dirección General de Prevención Social de la Violencia y Cultura de Paz.
Consideran que en San Salvador concurren las circunstancias que motivan la prohibición de la portación de armas de fuego, tales como: mayor incidencia en la utilización de armas de fuego por parte de los delincuentes para cometer los delitos, la presencia de grupos delincuenciales y por la afluencia de personas por las actividades laborales, sociales, culturales, deportivas, religiosas o recreacionales.
En el decreto se señala que se pidió la opinión el Concejo Municipal de San Salvador. Se consultó a la alcaldía y dijo que en una reunión extraordinaria del 13 de noviembre pasado, avaló la medida para dar un ambiente de seguridad con motivo de las festividades navideñas y de fin de año, pues en ese lapso se cometen delitos con armas de fuego.
También justificó que es para garantizar la seguridad en elecciones.
Entre los principales sectores delimitados por la Policía para la implementación de la veda de armas está la quebrada El Garrobo que es límite con Mejicanos, Alameda Manuel Enrique Araujo, bulevar Arturo Castellanos (antes Venezuela), Calle a El Espino, 75a. Avenida Norte, Calle al Volcán, Calle Modelo, y residencial Lomas de San Francisco.
También están contemplados sectores aledaños a la Alameda Juan Pablo Segundo, la 25a. Avenida Norte, Calle Loma Linda, Calle Lamatepec, Avenida Los Andes, Autopista Norte, redondel La Isla, Calle Concepción, Calle 5 de Noviembre, Universidad de El Salvador, Avenida Don Bosco. (Ver mapa).
Señala el decreto que la prohibición estará vigente las 24 horas del día en las seis zonas delimitadas, pero con la exclusión para aquellas personas que van en tránsito y tienen que atravesar la ciudad capital.
Opiniones encontradas
Ante la veda de armas en la capital, vo, voces como las del diputado por ARENA, Rodrigo Ávila, consideran que la medida restringe a las personas honradas que poseen sus armas legalizadas de poder llevarlas consigo para defenderse ante un peligro inminente.
Pero el director de la Policía, Howard Cotto, defendió la prohibición de portar armas en las calles de San Salvador porque, según él, reduce la criminalidad.
“La Policía nunca ha considerado, y mantenemos esa posición, que la seguridad se incrementa, incentivando la portación de armas de fuego, no es ese el factor que contribuye a disminuir la incidencia criminal, lejos de eso en muchas ocasiones nos encontramos que hay hechos criminales que se cometen con armas legalmente portadas”, argumentó Cotto.
Agregó que “no es el único (medio), no se puede considerar que eso resuelve el problema de las armas de fuego, pero sí consideramos que contribuye a la disminución en cuanto a las personas que transitan por los lugares donde hay veda de armas, se le genera un nivel de presión de carácter sicológico o de actitud en cuanto a la portación”.
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La mujer guardó el armamento usado por los mareros en distintos homicidios; además, se quedó con el celular de una de las víctimas.
Sostuvo también que siempre avalarán las vedas de armas de fuego no solo en San Salvador, sino que también en otros municipios del país. De hecho, tienen planeado ampliar la medida a los otros 49 municipios del Plan El Salvador Seguro. (Ver nota aparte).
Cotto reconoció que la medida siempre generará controversia.
Mario Pozas, un consultor en temas de seguridad pública, asegura que la veda es contradictoria con el discurso triunfalista del gobierno, que destaca la reducción de los homicidios. “Si así fuera, no se justificaría legalmente la veda de armas, tomando en cuenta los pre requisitos que la misma ley establece para que procedan estas vedas de armas”, comentó Pozas.
El diputado Rodrigo Ávila insiste en que la medida perjudica a las personas que poseen armas legalizadas para defenderse en caso de que su vida esté en peligro.
“Las vedas de armas a quienes afectan muchas veces son a las personas honradas, no a los delincuentes que no tienen ninguna legalidad de las armas que portan”, añade.
Agregó que “muchas veces se toman medidas que afectan a los ciudadanos decentes, cuando aquí todo mundo sabe quiénes son los delincuentes, a dónde están, qué hacen, pues la Policía tiene información de inteligencia”.