Video y Fotos: Conoce al busero caricaturista de Tonacatepeque

Alberto Marroquín se ha convertido en el único motorista que cuenta las historias de su natal Tonaca a través del arte de la caricatura.

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José Alberto Marroquín, de 35 años, maneja buses en Tonacatepeque y dibuja caricaturas. Foto EDH/ René Estrada

Por David Carpio

2019-01-21 12:01:40

Nunca es tarde para retomar lo perdido, esta es la frase que ha marcado la vida de José Alberto Marroquín Mundo, de 35 años, un motorista de la ruta 115 residente de Tonacatepeque, quien desde hace un par de años volvió a la senda del arte y comenzó de nuevo a plasmar en papel su ingenio y humor transformado en caricaturas, un arte que dejó en el olvido por más de 15 años.

“Desde los 12 años manejo lo he hecho en camiones, trailer y ahora en los buses de la 115, en mi tiempo libre me dedico a dibujar que es lo que me apasiona desde chiquito. Desde que tengo uso de razón recuerdo que me gustaba hacer dibujos en la tierra, donde había polvo regaba la tierra con el zapato y de ahí con un pedacito de palo me ponía a dibujar”, comentó Beto como es conocido por sus amigos.

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El artista recuerda que aunque su primer lienzo fue la tierra y su pincel un pedazo de palo, sus primeros trabajos profesionales fueron hechos con yeso y plasmados en la pizarra del salón para cuarto grado en el Centro Escolar Profesor Emilio Urrutia López, en Tonacatepeque.

“En la escuela recuerdo que la profesora Yolando Granados se dio cuenta que me gustaba dibujar, entonces en una ocasión me pasó a la pizarra a dibujar las ruinas del Tazumal, y desde entonces siempre me pasaba en sus clases ha hacer los dibujos para que los compañeros los copiaran de la pizarra y no estarles pasando el libro”, explicó el caricaturista.

Ahora Beto vive eternamente agradecido con la maestra Granados, quien fue una parte fundamental en su vida artística primero por darle la oportunidad de dibujar y segundo por dar a conocer su talento ante todos sus compañeros.

“Cuando te conocen que podes dibujar los mismos compañeros te dicen ayudanos a hacer esto para la cuestión de los intramuros, o las tareas que nos dejaban, yo les ayudaba, pero cuando eran trabajos muy extensos yo les cobraba y ellos aceptaban pagarme”, señaló Alberto.

Foto EDH/ René Estrada

Beto, el cuarto de siete hermanos, recuerda que durante su infancia pasaba todas las tardes en su casa, junto a su madre Rosa Clelia Mundo y haciendo caricaturas, “realmente era feliz”, señaló, sin embargo, la rebeldía de la adolescencia y las malas amistades llevaron a Alberto a dejar y alejarse de la caricatura.

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“No agarre una hoja de papel y ni toque un lápiz por más de quince años, fue hasta hace como dos años, en un viaje a una iglesia de Antiguo Cuscatlán, conocí a la hija de un amigo y nos comenzamos a escribir por el facebook, yo hice una caricatura y se la mande, ella me dijo que porque no hacia más, que dedicara mi tiempo a eso, ella me aconsejo bien y desde ahí fue que yo comencé a retomar de nuevo lo que había perdido”, apuntó Beto.

Foto EDH/ René Estrada

Desde ese día Beto comenzó a reinventarse en el arte de la caricatura, en su primera etapa como artista de su familia su madre era la única que sabía, su esposa e hija hasta hace dos años que regresó a dibujar se dieron cuenta de su talento.

“Fue hasta hace dos años que comencé a agarrar el lápiz de nuevo, que mi esposa se dio cuenta de mi talento, se me quedaba viendo y a mi me daba risa, y ella me decía y eso vos lo has hecho, mentiras vos no lo has hecho. Ahora ella y mi hija me apoyan en todo lo que hago, A mi hija ya le gusta el dibujo, ella agarra el lápiz, la libreta, es un poco impaciente pero si le gusta”, indicó el artista.

Foto EDH/ René Estrada

Desde hace dos años Alberto combina su trabajo como motorista de la ruta 115 con el arte de la caricatura, este nuevo impulso lo ha recompensado con su primera exposición montada en el Centro Cultural El Mesón, en el centro de Tonacatepeque, la muestra artísticas esta en exhibición desde el 1 de diciembre del año pasado y cuenta con un total de 65 caricaturas.

Beto dice que la intención de su arte es recordar a los personajes, tradiciones e historias de su natal Tonaca, pero con un toque de humor.

Foto EDH/ René Estrada

“Hay veces que cuando ando manejando veo algo que me llama la atención le tomo una fotografía y luego al llegar a casa las dibujo, pero la mayoría de mis caricaturas son por inspiración de historias que me cuentan o lo que yo veo, comienzo a imaginarme las cosas y las plasmo en papel con un toque de humor, no tanto para burlarme, si no para darle un reconocimiento a las personas y a mi pueblo”, explicó el caricaturista.

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A pesar que Beto desarrollo el arte de una forma ímpirica, él sueña con enseñarle a las nuevas generaciones de Tonaca la pasión y el amor por la caricatura, un arte al que por el momento solo él se dedica.

Foto EDH/ René Estrada

“Siempre soñé ser parte del pueblo de Tonaca por medio de algo que diera frutos, que levantará el nombre del pueblo, me gustaría a parte de seguir aprendiendo, ser un ejemplo para las nuevas generaciones y que se enamoren de este arte tanto o más que yo, quiero enseñarles un poco del don que Dios me ha regalado”, finalizó Beto.