Gustavo, el joven vicentino que canta desde los seis años pese a su discapacidad visual

Pese a su discapacidad visual, Santos Gustavo Ramírez es un joven de 14 años que sueña con pisar los escenarios para ofrecer su talento.

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Foto EDH/Huber Rosales

Por Huber Rosales

2019-01-03 7:08:39

Santos Gustavo Ramírez, conocido como Gustavito, es un adolescente de 14 años que lleva la melodía en sus venas. Pese a su discapacidad visual, ha logrado afinar su vocalización en el canto desde la edad de los seis años.

Y si la ceguera no es un impedimento para transformarse en todo un artista, la limitada situación económica que Gustavito vive junto a sus padres tampoco lo es, sobre todo al momento de cantar una canción en la comunidad del cantón el Guayabo, Apastepeque, San Vicente.

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La canción “Vivo por Ella”, del tenor italiano Andrea Bocelli, ciego desde los 12 años, es una de sus favoritas. Eso dijo al preguntarle si había escuchado al artista europeo, pero también aseguró que conoce al puertorriqueño José Feliciano, al que escuchaba cuando asistía al Centro de Rehabilitación para Ciegos Eugenia Dueñas en San Salvador.

Gustavito, no obstante, dejó de asistir al Centro por problemas económicos, comentaron sus padres. Dijeron que llevarlo hasta San Salvador para que aprenda más por su discapacidad visual es muy complicado.

 

 

 

“Yo solo trabajo en la agricultura y mi señora es la que pasa en la casa. Hace unos años tuvimos ayuda del exalcalde pero se terminó esa ayuda”, explicó el padre del joven, Agustín Andrade.

Y mientras los minutos pasan en su humilde vivienda, en sus ojos brilla un juvenil entusiasmo ante la posibilidad de dar una demostración de su canto.

Con una sonrisa imposible de borrar, mencionó que entre su música preferida está la de las bandas Los Recoditos, Calibre 50, Limón, Los Temerarios, Sinaloa, Bronco y la famosa Banda LL, con quien tuvo la oportunidad de cantar un par de canciones en una presentación que se llevó acabo en el parque central de Apastepeque.

“Con ellos canté “Háblame de Ti” y el “Color de tus Ojos”. Como le digo, me gusta mucho la música de banda”, dijo. Ha llegado al punto, incluso, de aprenderse 40 canciones, pero también canta alguna que otra alabanza.

Cuando están mis papás me tardo entre 25 y 30 minutos para aprenderme una canción porque me pongo nervioso, todo lo contrario cuando estoy solo.

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Arely Ramírez, su madre, aseguró que hace todo lo que puede por ayudarle en su vocación de cantante. Recordó que ella lo llevaba a clases en San Salvador y a la escuela “Agustín Sánchez”.

“De esa forma (a lo mejor) algún día él solo se pueda valer por sí mismo y gane sus centavitos”, dijo, esperanzada, la madre de Gustavito, quien no pierde la oportunidad de cantar adonde quiera que lo inviten. “La verdad me pongo contenta y hasta ganas de llorar me dan cuando lo afanan (insisten); todos me preguntan por él cuando me ven”, dijo Arely.

Gustavito ya terminó las clases en la escuela “Agustín Sánchez”, logrando pasar a cuarto grado. “Mi profesora fue la señorita Guadalupe Tiznado y pasé a cuarto grado. Mis compañeros me tratan bien, algunos de ellos me han visto cantar en alguna ocasión y cuando tocaban el timbre para el recreo, me pedían que les cantara una canción, quizá para ver si me la podía, y luego en clases le comentaban a la señorita que les había cantado”, contó.

Para Agustín, padre de Gustavito, enterarse de que su hijo nació ciego fue un golpe difícil de asimilar. “Recuerdo que un día fuimos al pueblo, era diciembre y lo llevamos junto a nuestra hija Susana Berenice para que ella viera las luces y lo invitaron a cantar; lo primero que pensé fue si lo iba a hacer bien, realmente me puse nervioso pero, mire, cantó bonito”.

Agustín afirmó que su padre fue violinista y también tenía dotes de cantante, como su hijo, quien quizá le ha heredado a su abuelo el talento musical.

Agregó que hará todo lo que pueda para seguir apoyando al joven, y dijo sentirse optimista porque ha logrado superarse aun con su discapacidad.

“Seguiré trabajando para ayudarle y darle todo el apoyo en todo sentido, quizá la única condición para cuando lo inviten a cantar es que lo vengan a traer y a dejar porque por su situación se le hace complicado caminar en estas calles, porque es pura piedra y cuando llueve son lisas. La verdad me siento contento, nunca me imaginé que tuviera un hijo talentoso, mis amigos me dicen que lo apoyemos y lo cuidemos”, dijo el padre del adolescente.

Foto EDH/Huber Rosales

Gustavito inició sus prácticas de teclado con el profesor Alcides Rosales, quien llega hasta su casa para enseñarle las destrezas en ese instrumento.

“Yo vengo hasta aquí para darle clases en el teclado y un poco de vocalización, a pesar de que tenemos solo dos meses de estar trabajando juntos ha mejorado en el teclado, maneja más la mano derecha que la izquierda, pero todo es cuestión de aprendizaje”, dijo el maestro.

Dijo, además, que trabajan los miércoles y sábados, y que afortunadamente hay personas altruistas que le brindan una ayuda para costear sus honorarios.

“Ellos también le han proporcionado el teclado y una laptop para sus pistas cuando le toca cantar. Sin embargo, necesitará de una persona que le pueda ayudar cuando sea necesario”, dijo Rosales.

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El maestro, no obstante, aseguró que al oír cantar a Gustavito se dio cuenta de que tiene talento. “Pero igual, como a toda persona, le descubrí que tiene problemas de afinación, estamos corrigiendo los tonos altos y bajos, ya que en algunas ocasiones se disparan; también trabajamos la afinación, dar notas altas y un previo calentamiento para soltar los nervios, pero seguiremos trabajando hasta llegar a la perfección, que es lo que se busca”, afirmó Rosales.

A sus 14 años, el joven ya piensa en ser un gran artista. “Quiero llegar a ser un gran artista internacional como Bocelli y Feliciano, me emocionan los escenarios, me gusta cuando el público aplaude, que hagan comentarios bonitos, que digan que soy un buen niño”, afirmó Gustavito, pero su situación económica muchas veces le dificulta ese sueño.

Por ello, sus familiares hicieron un llamado a personas de corazón enorme que quieran aportar para que este joven, que no se deja vencer por las adversidades de la vida, pueda seguir teniendo como su luz las música y la canción, sus grandes pasiones.

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