Un niño de 10 años de edad, procedente de Ciudad Delgado, fue amputado de su mano derecha al estallarle un mortero la noche de fin de año, detallaron autoridades del Hospital de Niños Benjamín Bloom.
El doctor Carlos Enrique Mena, jefe de epidemiología del nosocomio, detalló que el menor de edad se convirtió en el segundo al que le realizaron ese procedimiento en el período de festividades. El primero ocurrió el 24 de diciembre y fue un menor de cinco años procedente de San Luis La Herradura, La Paz.
Asimismo, reportaron a otro infante de siete años, originario de Colomoncagua, Honduras, quien perdió una parte del tercer dedo de una mano, también como resultado de manipular productos pirotécnicos.
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La pronta intervención de los bomberos evitó que las llamas se propagaran hacia las casas aledañas al taller.
Mena dijo que en los tres casos de amputados por pirotécnicos, los pacientes resultaron lesionados cuando recogieron un mortero lanzado por otra persona, según lo reportado por sus padres.
El funcionario, quien descartó que se hayan registrado muertes de niños por lesiones con pólvora, brindó tales declaraciones en el marco del reporte que la Dirección de Protección Civil rindió como parte de las actividades que han llevado entre el 24 de diciembre y las 6:00 a.m. del 1 de enero 2019.
Casos de quemados se elevan
Según los datos de esa institución, en ese periodo se atendió a un total de 20 niños con lesiones por pirotécnicos. El año antepasado fueron 10 casos en ese lapso.
La mayoría de pequeños que ha requerido hospitalización fue intervenido en el área de cirugía plástica.
Hasta ayer por la mañana había 14 infantes con quemaduras ingresados en el Bloom, pero tres que estaban en el área de oftalmología ya tenían el alta médica.
El jefe de epidemiología del centro pediátrico público dijo que del total de niños atendidos en ese centro por esa causa, la mayoría excede los cinco años de edad. “Los sitios anatómicos más afectados son ojos, cabeza y cara, y manos”, afirmó.
Eduardo Espinoza, viceministro de políticas salud, señaló que todos los casos de niños quemados son reportados a la Fiscalía General, que se encarga de investigar si el hecho es fortuito o hay encubrimiento.
“Ayer en la noche (31 de diciembre) hubo problemas para registrar cinco casos que llegaron porque no había fiscal de turno, pero que en el transcurso del día de hoy (1 de enero) eso se iba a solventar”, dijo.