Pocos minutos pasaban de las tres de la tarde cuando Nelson Flores comenzó a recorrer el último tramo de la larga ruta de su sueño americano. Esa que no lo llevó al otro lado de la frontera, como le prometieron, sino dos metros bajo el suelo del cementerio municipal de Quezaltepeque, al norte de San Salvador.
“Adiós, tío, te quiero”, fueron las palabras con las que se despidió la pequeña Niru, de tan solo cuatro años, al pie de la tumba de Nelson. Antes que la tierra comenzara a cubrirlo, lanzó tres rosas rojas sobre el ataúd y su madre no podía parar de llorar. La tomó en brazos y la tierra comenzó a caer.
Nelson Armando Flores, de 36 años, fue parte de la segunda caravana de migrantes salvadoreños que a finales de octubre partió hacia Estados Unidos con la esperanza de una vida mejor.
“Ha sido una pérdida muy injusta y siempre lo seguiré diciendo”, expresó una de las primas de Nelson, frente a las decenas de personas que rodeaban el lugar en que fue enterrado.
El migrante salvadoreño murió arrollado, la tarde del pasado 30 de noviembre, por una camioneta Ford F50 color blanco, que era conducida por un hombre en estado de ebriedad. Nelson caminaba por una acera cercana al albergue en donde dormía en la ciudad fronteriza de Tijuana, en México. Lo acompañaba una pareja de esposos, también salvadoreños, quienes resultaron lesionados pero sobrevivieron al percance.
Así lo informaron las autoridades mexicanas y, hasta este día, es lo único que la familia sabe. “Me dijo que ya le habían puesto una pulsera en la mano, se suponía que era de los siguientes en pasar al otro lado para pedir el asilo”, declaró Cecilia, tía de Nelson, a El Diario de Hoy, pocos días después de enterarse de la muerte de su sobrino.
Familiares sepultan a migrante salvadoreño que murió en Tijuana
Nelson Flores, el migrante salvadoreño que murió arrollado en Tijuana, México, fue sepultado en Quezaltepeque y despedido por su familia y parte de la comunidad en donde residía antes de partir hacia Estados Unidos.
La madre de Nelson murió cuando él tenía apenas cinco años de edad y fue Cecilia quien lo educó desde entonces y la mayor parte de su vida. La mujer tiene una hija y una nieta: la única familia que el migrante salvadoreño conocía.
Cecilia relata que su sobrino le dijo en una ocasión, antes de partir con la Caravana, que su objetivo era llegar a Estados Unidos para conseguir un trabajo como Chef y así ganar el dinero suficiente para ayudarlas a salir adelante y no dejarlas solas como ellas no lo dejaron solo a él.
“Cuando sea Chef en Estados Unidos, un día voy a tener papeles legales y las voy a mandar a traer”, recuerda Cecilia que su sobrino le dijo justo antes de emprender el viaje. “Yo no las voy a olvidar, voy a sacarlas adelante”, les repetía constantemente a su tía, prima y sobrina. A la pequeña, de tan solo cuatro años de edad, Nelson solía llamarla “Niru”, de cariño: “vas a crecer bien, porque yo voy a cuidarte desde lejos”, le decía en esas tardes en las que pasaban horas jugando juntos.
El triste regreso de un migrante que soñaba con una mejor vida
El cuerpo de Nelson Armando Flores, de 36 años, fue repatriado la noche del jueves y entregado a sus familiares en el aeropuerto de Comalapa. El compatriota murió atropellado en Tijuana y era parte de los salvadoreños que migraron en la caravana que salió el 31 de octubre del Salvador del Mundo.
En el cementerio, al lado de la tumba de su tío, la pequeña Niru seguía lanzando flores a la tumba de Nelson y la tierra no paraba de caer.
Mas de 2 mil salvadoreños dejaron el país con las caravanas
En grupos de redes sociales ya se habla de una nueva caravana de migrantes salvadoreños que estaría organizándose para dejar el país en los primeros días de enero de 2019, al igual que sucede en países vecinos como Honduras. Esto ha desatado la furia del presidente de Estados Unidos, Donald Trump, quien dijo recientemente que ambos países no han hecho otra cosa que “aprovecharse” de los recursos de su país en los últimos años.
Según datos oficiales de la Dirección General de Migración y Extranjería, un total de 2,719 personas dejaron El Salvador, sumadas las cuatro Caravanas que partieron desde finales de octubre pasado. En la primera, del 28 de octubre, abandonaron el país 685 personas y lo hicieron a través de la frontera La Hachadura.
En la segunda Caravana, del 31 de octubre, salieron de El Salvador 1,778 personas: 1,049 abandonaron el país por la frontera La Hachadura y 729 lo hicieron por el paso fronterizo de San Cristóbal. En la movilización del 5 de noviembre, la más pequeña de todas, solo se registró la salida de 55 salvadoreños por el paso fronterizo de Las Chinamas.
Por último, en la Caravana del 18 de noviembre fueron 201 personas quienes dejaron El Salvador: 195 abandonaron el país a través de la frontera La Hachadura y seis salvadoreños lo hicieron por el punto fronterizo de San Cristóbal. Nelson viajaba con uno de los primeros grupos de la segunda Caravana que logró llegar hasta Tijuana.