Autoridades del Ministerio de Salud (Minsal) reportaron ayer un total 37 personas que han sufrido quemaduras por manipulación de la pólvora, entre el 24 y el 28 de diciembre. El último caso fue el de un niño menor de ocho años, residente de Ilobasco, Cabañas, quien resultó con quemaduras en ojos, boca y nariz por un silbador que manipulaba otro niño.
El Minsal dijo que son ya 16 los menores los quemados con productos pirotécnicos en ese período, 13 de los cuales han sido atendidos en el Hospital Bloom.
Autoridades de diferentes entidades del país presentaron el balance de casos hasta las 6:00 a.m. de ayer, donde confirmaron que, de las 37 afectadas por pólvora, 11 resultaron quemadas al transitar por el lugar donde se estaban quemando los pirotécnicos. En total, se han registrado 54 personas con quemaduras de diversa índole.
Un niño de cinco años se suma a los casos de menores quemados con pólvora
Las autoridades dijeron que los menores de edad quemados por pirotécnicos en la temporada navideña estaban sin la supervisión de un adulto. Dos de los casos ya pasaron a ser investigados por la Fiscalía.
“Es importante recalcar que nuestra población se sigue quemando con pólvora que está prohibida. En las últimas 24 horas tuvimos un menor de edad con quemaduras y un mayor de 60 años, que fueron quemados por un silbador y por un tipo de pólvora china que está prohibida”, dijo Rolando Masis, director de Vigilancia Sanitaria del Minsal.
Los casos registrados por tipo de pólvora, desde el 1 de noviembre, son: 28 por mortero, 12 por cohetillo, 11 con pólvora china, cinco con estrellitas, cinco con silbadores, cuatro con volcancito, uno con buscaniguas y 24 con otro tipo de pirotécnico.
Según el tipo de quemadura, los casos reportados son: 28 de primer grado, es decir cuando se quema la piel y se forman ampollas; 21 de segundo grado, donde el daño llega hasta el músculo, y cinco con quemaduras de tercer grado, que es cuando la afectación llega hasta el hueso y el procedimiento es la amputación, indicó Masis.
Añadió que han encontrado un tipo de mortero pequeño, que está forrado con plástico, que lo vuelve de gran intensidad como uno grande, y que puede causar amputación de la mano o quemaduras graves.
En los casos del menor de ocho años y el adulto de 60 años, mencionó que fueron quemaduras de segundo grado.