Los rostros que agradecen a la Virgen de Guadalupe

Salvadoreños de diferentes partes del país peregrinaron a la Basílica de Guadalupe, en Antiguo Cuscatlán, para agradecer a la Virgen Morena, por diversas causas.

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Por Menly Cortez

2018-12-12 7:04:21

“Haber llegado aquí hoy y poderme postrar ante el altar de la Virgen para decirle gracias, es un sacrificio que vale la pena”, dijo Erlinda Guzmán, de 60 años.

“ A veces hago ayunos, trabajo horas extra y prefiero no darme algunos gustos para cumplir mi promesa cada año”, dijo Guzmán, quien vive en Tonacatepeque y desde hace 20 años, visita a la Guadalupana cada 12 de diciembre.

Eloisa Morán (foto al centro) llevó a a su hijo, de 10 meses de edad, ante la imagen del a Virgen de Guadalupe. Morán dijo que durante su embarazo le pidió a la Guadalupana que el bebé naciera sano y en buenas condiciones, una petición que fue cumplida y por lo que, ayer, llegó a agradecerle.

Como ella cientos de salvadoreños visitaron a la Emperatriz de América, como también es conocida la Virgen Morena.

Según colaboradores de la basílica, los peregrinos comienzan a llegar a partir del 9 de diciembre.

Cada devoto llega para hacer una petición o cumplir una promesa, dijo Adriana Álvarez, de 28 años de edad, quien realiza servicio en la Basílica para esta fecha, desde hace cinco años.

José Gilberto Martínez, viaja desde la comunidad la Málaga, de San Salvador, con un retrato de la Virgen de Guadalupe a cuestas para pedirle por la salud de su mamá. Martínez, que desde hace 33 años reside en Ciudad de México, aseguró que allá adoptó la tradición de visitar a la Morenita del Tepeyac, ahora que vive en el país cuidando a su mamá no pierde la costumbre. Foto EDH / Menly Cortez

“Me impresiona ver personas que en ocasiones vienen enfermos, con muletas o sillas de rueda y al siguiente año regresan sanos a dar gracias a la Virgen”, dijo la joven colaboradora.

Rosa Lidia Medrano, de 84 años, visita a la Virgen de Guadalupe desde hace 16 años, para encomendarle a su hijo Jesús Medrano, que desde la misma fecha emigró a Estados Unidos a trabajar y que hasta la fecha el mantiene su trabajo y la mantiene a ella. Foto EDH /Menly Cortez

 

Adriana Álvarez, de 28 años, colabora en el ordenamiento de las ofrendas dentro de la Ceiba, ella aseguró que apoyar en la organización es una forma de agradecimiento por todo lo que recibió durante el año para ella y su familia. Foto EDH / Menly Cortez

 

Fidel Rivas, fotógrafo de oficio, retrata a los visitantes de la Ceiba desde hace 20 años, el asegura que antes de su jornada se encomienda a la Virgen morena para que su jornada sea fructífera, y que las personas queden contentas con su trabajo. Él junto con otros fotógrafos venden las imágenes en papel a $3.00 dólares. Foto EDH / Menly Cortez