En un hecho poco usual, el policía José Miguel Arana Barrera fue asesinado este viernes mientras estaba de servicio. El ataque fue cometido por supuestos pandilleros de la 18 cuando él estaba solo, a una cuadra y media de distancia del puesto policial de la colonia Santa Teresa de Las Flores, en Apopa, al norte de San Salvador.
Hasta la fecha, la mayoría de homicidios de policías en el país fueron cometidos cuando ellos estaban en sus días de descanso. Las pocas veces que fueron asesinados mientras estaban de servicio fue en enfrentamientos armados con delincuentes.
Horas después, a las 6:30 p.m., el agente David Humberto Rivera Moreira, destacado en el puesto de Alegría, en Usulután, fue asesinado mientras ingería bebidas embriagantes en una cervecería en el municipio de San Jorge, San Miguel.
Con la muerte violenta de Arana Barrera y de Moreira se eleva a 26 el número de agentes asesinados por grupos criminales este año. A ellos se suman los crímenes contra dos empleados administrativos de la corporación.
Algunos compañeros de José Miguel, quien tenía 32 años, relataron que él estaba de comandante de guardia, pero salió a las 12:30 p.m. a comprar su almuerzo. Aunque el negocio estaba cerca decidió ir en su motocicleta.
Bajó en el estacionamiento general, se cruzó la calle y cuando se disponía a ingresar al pasaje donde compraría sus alimentos fue emboscado por unos delincuentes que supuestamente estaban ocultos entre la maleza.
Presuntos pandilleros asesinan a Policía destacado en Apopa cuando iba a comprar su almuerzo
No menos de dos supuestos pandilleros llegaron al puesto policial y le dispararon. Ya son 25 policías asesinados en el transcurso de este año.
Arana Barrera no tuvo tiempo de defenderse. Lo acribillaron y murió de inmediato. La fiscal de la Unidad Antihomicidios que participó en el reconocimiento del cadáver señaló que el agente tenía cinco lesiones de arma de fuego, la mayoría en el pecho.
En pocos minutos, los pasajes de la colonia -que es relativamente pequeña- se llenaron de militares y de agentes destacados en el sector. Más tarde llegaron más policías a reforzarlos desde otros puestos de Apopa y de San Salvador.
Como parte del operativo en busca de los homicidas, los agentes recorrieron los pasajes y abrieron las puertas de algunas viviendas con mazos de hierro. Otros instalaron retenes en la entrada de la colonia e hicieron registros a los conductores que salían del lugar.
Una hora y media después del ataque, sus colegas ya habían detenido en vías de investigación a cuatro pandilleros como sospechosos de haber participado en el hecho. Las autoridades informaron que entre los capturados está un delincuente apodado “El Manchas”, quien presuntamente dio “luz verde” para que el agente fuera asesinado.
Trabajó cinco años en Apopa
El agente Arana Barrera tenía cinco años de estar destacado en el municipio de Apopa. Parte de estos los trabajó en la colonia Santa Teresa de Las Flores, que es asediada por la mara 18 aunque no lo parece.
Algunos comerciantes de la zona se lamentaban por el hecho y relataron que lo conocían porque frecuentemente llegaba a comprarles. Un inspector policial manifestó que el agente asesinado, quien era oriundo de Chalchuapa, en Santa Ana, presuntamente no había recibido amenazas directas de muerte, pero reconoció que, al igual que todos los policías, corría peligro.
La fuente aseguró que, este año, la colonia ha sido escenario de tres homicidios, incluido el de su colega.
Policía destacado en Apopa es asesinado cuando iba a comprar su almuerzo
El agente de la Policía José Miguel Arana Barrera fue asesinado este mediodía en el puesto policial de la colonia Santa Teresa de las Flores de Apopa.
En abril, en el mismo lugar, Marleny Gaitán, de 35 años, fue acribillada por pandilleros. Fue atacada mientras vendía frutas en la entrada del pasaje donde habitaba.
En esa ocasión, fuentes policiales manifestaron que la víctima presuntamente había tenido una relación sentimental con un agente y esa habría sido la razón por la que la pandilla le quitó la vida.
En las últimas semanas, los grupos criminales han agudizado los ataques contra los agentes de seguridad pública. El sábado pasado, el estudiante de la academia policial, Miguel Orantes Contreras, fue acribillado en Talnique, La Libertad. Estaba a pocos días de graduarse. Hace 10 días también fue ultimado a balazos el policía José Ascencio, cuando salía de una iglesia en el cantón