Roberto Carlos Díaz Girón y Josué Miguel Funes Mendoza, pandilleros de la 18 sureños, fueron condenados por el Juzgado de Sentencia de Cojutepeque, Cuscatlán, a 40 años de prisión por el homicidio agravado del estudiante Josué Alexander de La Cruz López.
En el juicio se determinó que el joven, quien cursaba cuarto año de Ingeniería en Sistemas en la Universidad de El Salvador de San Vicente, fue asesinado por negarse a ingresar a la pandilla.
Él fue interceptado por los delincuentes el 4 de septiembre de 2017, en la colonia El Progreso, de Cojutepeque. El joven se dirigía a su casa tras haber terminado su jornada de clases.
Encuentran dos ensabanados en la carretera que de Tacachico se dirige hacia Santa Ana
Los cuerpos fueron localizados a la orilla de la calle uno estaba a 100 metros de distancia del otro.
La Fiscalía General informó que el cadáver de Josué Alexander, a la fecha, no ha sido encontrado, pero las investigaciones revelaron que los homicidas lo privaron de libertad, lo mutilaron y se deshicieron del cuerpo en un lugar que las autoridades desconocen.
A uno de los convictos le fue decomisado un teléfono celular en el que almacenaba un video en donde, según el Ministerio Público, se ve cuando llevaban al estudiante privado de libertad y cuando lo mataban con machetes.
Los delincuentes deberán pagar 40 mil dólares cada uno en concepto de responsabilidad civil.
Familia lleva 38 días esperando a su hijo desaparecido, un futuro ingeniero
La angustiosa búsqueda ha llevado a su padre a estar en diversas escenas de homicidio con la esperanza de encontrarlo.
“Solo quiero encontrar el cuerpo, si él está vivo o muerto; pero lo que quiero es encontrarlo y darle su entierro, e ir a llorarle a su tumba”. Estas fueron las palabras de Ismael De la Cruz, un angustiado padre que junto su familia, desde en octubre del año pasado, cuando se cumplía un mes de la desaparición de su hijo.
Según relató el padre de familia a El Diario de Hoy el año pasado, el universitario acostumbraba a salir todos los días a las 5:00 de la mañana hacia su institución educativa. Terminada la jornada, regresaba a eso de la 1:30 de la tarde.