La suspensión de los trabajos de exhumación en el sitio donde se presume se encuentran los cadáveres de cuatro soldados desaparecidos hace dos años en la colonia Vista al Lago, de Ilopango, se debe a que la Fiscalía General tiene información de que ahí podría haber más cadáveres de personas desaparecidas.
“No es que estén solo los cuatro soldados, esa es la información inicial que teníamos, ahora tenemos información que podría haber entre 25 o hasta 30 personas en ese lugar”, dijo Douglas Meléndez, fiscal general, al responder a los reclamos del ministro de Defensa, David Munguía Payés, de que la Fiscalía había suspendido las exhumaciones de los cuerpos de los cuatro soldados.
“No estoy asegurándolo, estoy diciendo que es la información que hemos obtenido (de otro cementerio clandestino)”, dijo Meléndez, y agregó que la suspensión de las exhumaciones obedece a que recopilan los expedientes de investigación de las personas desaparecidas que se supone se encuentran enterradas en ese sitio.
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La Policía y Fuerza Armada intensificó el miércoles la búsqueda de los cuatro militares tras la captura de varios pandilleros el pasado domingo.
“En este momento se han suspendido de manera temporal los trabajos de exhumación, porque estamos recopilando los expedientes de las posibles víctimas desaparecidas o personas que podrían estar enterradas en ese lugar”, dijo Meléndez.
Los militares Saúl Humberto Turbín Gómez, de 24 años; Leonidas Enrique Morales Morán, de 22; Nelson Omar Díaz López, de 22, y Wilfredo Pérez López, de 26, fueron plagiados el 10 de octubre del 2016 por un grupo de pandilleros que mantienen influencia en la colonia Vista al Lago, Ilopango.
Los soldados se dirigían a completar un curso de especialización a la Fuerza Aérea, pero se equivocaron de microbús y se fueron de paso hasta la referida colonia.
La Policía asegura que los militares fueron secuestrados por un grupo de 40 pandilleros de la MS en la colonia Vista al Lago y luego asesinados con lujo de barbarie.
Lo que indignó a sus familiares es que una hora antes de que las autoridades militares pusieron la denuncia de la desaparición de los cuatro soldados, éstas habían abierto un expediente disciplinario a los desaparecidos bajo los cargos de deserción.