Los restos del agente policial Noé Francisco Ascencio, quien fue asesinado el pasado martes luego que salió de la iglesia donde se congregaba en cantón Las Aradas de Santa Ana fueron sepultados el jueves en una ceremonia en la que se reconoció su labor en la corporación.
Al acto de despedida solo asistieron las autoridades de la Delegación Policial de Santa Ana, amigos de la corporación y familia del agente, quienes entre lágrimas y tristeza rogaron a Dios para que le diera el descanso eterno, por su parte las autoridades se comprometieron para capturar a la brevedad posible a los sujetos que le quitaron la vida; Ascencio deja en orfandad a dos hijos, sus padres y esposa.
El agente ingresó a la Academia Nacional de Seguridad Pública (ANSP) en 1996, luego fue designado como agente en la Delegación de Lourdes, Colón, de donde pasó a la de San Salvador y terminó en Santa Ana.
Ascencio, quien fue asesinado la noche del martes pasado, padecía de discapacidad física en sus rodillas lo cual lo obligada a movilizarse con bastón.
Policía asesinado en cantón Las Aradas, Santa Ana
Quedó gravemente herido y fue llevado al hospital donde murió antes de llegar.
A pesar de su discapacidad, Ascencio fue atacado a balazos por dos hombres con apariencia de pandilleros cuando recién salía de una iglesia evangélica donde se congregaba en Santa Ana. El agente junto a otro compañero, que resultó lesionado, no solían portar sus armas de equipo cuando iba al culto.
Horas después del asesinato, las autoridades policiales arrestaron a 14 supuestos miembros de la mara Salvatrucha (MS), en vías de investigación, para establecer si alguno de ellos participó en el homicidio registrado en el cantón Las Aradas del referido municipio.