Dos meses y medio sin saber del paradero de conductor de Uber

El vehículo que manejaba el abogado apareció desmantelado en Sensuntepeque, Cabañas, días después del rapto en Santa Tecla.

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Carlos Antonio Castillo Rodríguez, conductor de Uber tiene dos meses y medio de desaparecido, sin que se conozca su paradero. Foto EDH/Cortesía

Por Jaime López

2018-11-25 7:03:32

Dos meses y medio han pasado desde que el conductor de Uber El Salvador, Carlos Antonio Castillo Rodríguez, desapareció. Su último viaje lo realizó de Apopa al paseo El Carmen en Santa Tecla; donde reportó su viaje y conversó con sus seres queridos, pero después de las 8:43 de la mañana del 10 de septiembre, ya no se supo de su paradero.

Su cuenta en Facebook ha sido cerrada y los números telefónicos que su familia dio para llamarle en caso de saber de su paradero, ya nadie los contesta.

En el ciberespacio tampoco hay una sola nota que indique del hallazgo del abogado y padre de una bebé, quien recién se había graduado de Ciencias Jurídicas y que, por falta de oportunidades, trabajaba como conductor de Uber.

Lo mismo ha sucedido con Henry Alberto Amaya Ayala, de 21 años, quien el 9 de diciembre cumplirá un año de haber desaparecido sin que, a la fecha, las autoridades tengan una pista de su paradero.

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El joven salió de casa, en Soyapango, el 14 de noviembre y fue estrangulado al siguiente día, según reporte forense. El joven trabajaba en una panadería pero soñaba con ser piloto.

Amaya Ayala había permanecido desde los 12 años en Estados Unidos y, cuando se animó a regresar al país, en diciembre de 2017, fue solo para que lo raptaran.

Tras la denuncia de su familia, las autoridades localizaron un cadáver que tenía algunas características de Amaya Ayala, pero para constatar que se trataba de él, una hermana y su madre fueron sometidas a prueba de ADN.

La familia tardó seis meses en conocer los resultados y, cuando los supieron, fueron negativos al parentesco del cadáver encontrado respecto a las muestras tomadas a la madre y hermana.

Y de nuevo comenzó aquel calvario de los parientes cuando les desaparecen a un ser querido.

Josué Henríquez Melgar y GersonGuzmán, ambos de 17 años, fueron raptados el 27 de septiembre pasado en Lourdes. Foto EDH / archivo

Nuevos casos

Las desapariciones en El Salvador no paran; cada día las autoridades registran diez nuevos casos en promedio; lo que dificulta aún más que se avance en los casos anteriores.

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Horas después, las autoridades policiales hallaron el cadáver de uno de los plagiados en la carretera Santa Ana-San Salvador.

Para el caso, los jóvenes Josué Vladimir Henríquez Melgar y Gerson Josué Guzmán estudiaban segundo año de bachillerato en el Instituto Nacional de Lourdes (Indel), ambos de 17 años; su extravío se reportó el 27 de septiembre.

A casi dos meses de que hombres abordo de un vehículo los raptaran cuando intentaban cruzarse la vía en Colón, no se sabe nada. Lo curioso en estos casos es que las víctimas no tienen ninguna vinculación delictiva que haga pensar que eso influyó en su desaparición.