“Los quemados” tendrán su primer encuentro en Apopa

Mauricio ha trabajado 45 años como alfarero; es posible que sea el único en el municipio.

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Enrique Carranza

Por Enrique Carranza

2018-11-22 9:30:29

Mauricio Martínez, de 65 años, se ha dedicado por más de cuatro décadas a la alfarería y por hoy es, quizá, la única persona que ejerce ese oficio en el municipio de Apopa.

El taller de Mauricio está en la zona urbana del cantón San Nicolás, al norte de la ciudad.

El espacio de trabajo es una galera mediana (con dos tornos artensanales y dos mesas), un patio (donde se secan las piezas en diferentes parte del proceso), dos pilas (utilizadas para colar el barro) y el horno.

Enrique Carranza

“Mi padre trabajó toda su vida en la alfarería, con él aprendí la elaboración de macetas pequeñas”, recuerda Mauricio.

El barro que utiliza ese artesano es extraído de un predio cercano, luego es colado y el resultado es mezclado con tierra blanca.

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“Al inicio trabajaba en una imprenta en San Salvador, pero el dueño cerró, luego me fui a otra en San Martín, pero no me tenía cuenta viajar hasta allá. Así, un día decidí comenzar a trabajar en lo que había aprendido con mi padre y comencé a elaborar macetitas, para ese entonces tenía unos 20 años”, recuerda Mauricio.

El negocio del padre de Mauricio estaba en el kilómetro 4 y medio de la carretera Troncal del Norte, Ciudad Delgado; el comercio de utensilios elaborado con barro le había dado nombre al sector, se conocía como “Las macetas”, pues allí, a la orilla de la calle, exhibían y secaban sus productos. Al fallecer su padre, él tomó control del negocio y con los años lo trasladó hacia Apopa.

Foto EDH/ Enrique Carranza

La mezcla de barro con tierra blanca es aplastada con los pies; después, el material es amasado hasta que “da punto”, de allí ya se puede trabajar en los tornos o moldes.

“Se debe conocer bien el punto exacto de la mezcla, de lo contrario al estar en el horno se revientan las piezas”, explica Mauricio, quien añade que la parte más complicada de su trabajo es controlar la fuerza que se hace al barro cuando se está dando forma en el torno.

Ollas, jarrones y floreros, además de macetas son algunas de las piezas que ese artesano produce en el torno; con moldes trabaja gran variedad de adornos, entre ellos: soles y gansos, también cestas.

De sus hijos ninguno aprendió la alfarería, por temporadas han llegado aprendices pero al poco tiempo se marchan.
El 9 de diciembre la Asociación para el Desarrollo de la Cultura de Apopa (Apocti) desarrollará en el parque central de la ciudad el Primer encuentro de los Quemados.

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La actividad hace referencia a los años en que la alfarería era pilar importante en la economía y cultura del municipio.

De a cuerdo a los organizadores, durante el evento habrá exposiciones de productos elaborados en barro, un torno será llevado al lugar y algunos utensilios serán fabricados es esa actividad.

El nombre del encuentro se debe a que, cuando los artesanos llegaban al centro del pueblo con sus productos, el resto de pobladores les decía “allí vienen los quemados”, en alusión al proceso de los diferentes utensilios en los hornos.