Daniel Ardón, el joven que pagó su carrera de Medicina con la venta de minutas

En las calles de Santa Tecla empuja a diario un carretón de minutas para ganarse la vida, a pesar de haberse graduado de médico. La falta de trabajo lo obliga a continuar en la rebusca.

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El joven ha vendido minutas desde los 12 años en Santa Tecla. Foto EDH/Gadiel Castillo

Por Gadiel Castillo

2018-11-12 8:03:34

Son muy pocos los clientes de José Daniel Ardón, un minutero de Santa Tecla, quienes saben que además de preparar ricas minutas combinando diferentes sabores, está facultado a prescribir recetas médicas a pacientes.

José acaba de graduarse como médico general en una universidad privada, desde los 12 años ayuda a su papá en el negocio de la venta de minutas en carretón, es así como se costeó sus estudios.

 

A este muchacho de 26 años se le puede ver a diario trabajando en los diferentes barrios y colonias. Suena la tradicional campana para avisar a sus clientes que va de paso.

“El día de la graduación, para mí fue un orgullo, era lo que más esperaba. Graduarme de la carrera ese día fue  fabuloso, me sentí súper orgulloso con mi familia, que al fin lo habíamos logrado, mi hermana y yo.  Mis compañeros que han sabido la lucha que yo he hecho me felicitaron, fue lo máximo”, comentó con rostro de felicidad el joven.

Ese día que por fin pudo tener su título de médico entre sus manos, ha sido uno de los más felices. Fue el 25 de agosto pasado, para él significó que todas aquellas noches de desvelo, de largas jornadas de estudio combinadas con las jornadas labores no fueron en vano.

José nos contó que se inició en el negocio de las minutas por su padre, quien a la fecha cuenta con más de 35 años en el rubro. “Él  me dijo en una ocasión que tenía que aprender a trabajar porque por medio del trabajo yo me iba a costear mis estudios”, recordó.

Así transcurrieron los años en los que también acompañaba a su madre a su puesto de ventas, ubicado en las afueras de la Unidad de Salud, “Díaz del Pinal”, en donde cuenta que veía salir a los doctores con sus gabachas y corbatas, se decía, “me esforzaré para ser como uno de ellos, me costará pero lo voy a lograr”, aseguró.

Motivado por sus ganas de superación y admiración por la medicina fue que al culminar sus estudios de bachillerato no dudó en inscribirse en la carrera de medicina.

“Cuando era pequeño  veía a los doctores que para mí relucían por sus trajes, corbatas, gabachas, entonces yo decía que quería ser un médico cuando fuera grande, como todo sueño de un niño. Entonces fue a partir de ahí que se me dio la oportunidad de trabajar y estudiar, y así elegí la carrera de medicina”, añadió.

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José, el médico desempleado que vende minutas en Santa Tecla

José Daniel Ardón, el minutero de Santa Tecla, acaba de graduarse con esfuerzos como médico general en una universidad privada, por ahora el joven sigue empujando el carretón a la espera de una oportunidad laboral.

Para José, su padre y familia (tiene dos hijos) fue un apoyo a lo largo de su carrera, pues en sus limitantes económicas siempre le ayudaban para que cumpliera su sueño.

“Estudiaba y cada vez que me quedaba chance salía a vender, por lo menos tres veces a la semana salía a vender sábados y domingos que nunca falte. Entre mi papá, mi mamá y yo pagamos la carrera, prácticamente es un esfuerzo de toda la familia”.

En el esfuerzo no deja afuera algunos de sus clientes que se enteraron que estudiaba y le dejaban los vueltos, “me decían hay que te quedé aunque sea para las aguas”.

Comenta que en el transcurso de su carrera hubo momentos en que pensó desistir, pues con grandes sacrificios y días sin comer, decía “esto no es para mí, yo no nací para esto, me equivoqué de carrera, porque yo veía mis dificultades”, cuenta que esas dudas llegaban al ver las condiciones de sus compañeros que eran mejor en cuando a sus finanzas.

Esos desánimos se superaron cuando una de sus hermanas que padecía de un tumor cerebral falleció pues él se decía que hubiera podido hacer algo por ella si fuera médico.

“También surgieron mis fuerzas porque hubiera estado en mejores condiciones económicas para ayudar.  Por mi mente cruzó hubiera tenido algún contacto por lo que hubieran podido hacer algo más por ella, ella falleció de un tumor cerebral que no fue detectado a tiempo”, comenta.

José avanzaba en su carrera y fue en sus últimos años cuando algunos de sus clientes comenzaron a pedirle consultas, lecturas de exámenes y consejos, que manifiesta que lo hacía con todo el gusto del mundo y no les cobraba nada.

“Fue a los últimos años de la carrera que la gente empezó a pedirme consultas hace como dos tres años, que la gente me decía mire lo vi en el hospital con su gabacha, usted es doctor, sí le decía yo, la gente se quedaba con esa noción, y más adelante agarraban confianza y me decían, mire le quiero hacer una consulta, mire este tratamiento para que me sirve, a veces me decían si les podía dar la lectura de un examen, como siempre han sido mis clientes trataba de ayudar y así ejercía yo”, asegura.

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Por ahora el joven recién graduado  sigue empujando su carretón a la espera de una oportunidad para ejercer su noble profesión que con tanto esfuerzo estudió.

José explicó que después de graduado sacó su sello de la Junta de Vigilancia y comenzó a buscar un trabajo pero hasta el momento no ha recibido respuesta favorable.

“Hace un par de días me había decepcionado porque ya soy profesional pero no hay empleo y tengo que seguir vendiendo minutas, sentí en algún momento que la lucha que había hecho había sido en vano”, dice.

Por el momento ha retomado fuerzas en espera  una bendición que está seguro que pronto llegará. “Habrá que seguir vendiendo minutas para llevar el sustento a mi hogar, tocará dar consultas a mis clientes y pues seguiré aferrado al dicho: El que persevera alcanza”.

El joven manifestó que en un futuro quiere especializarse en Cirugía General. Si desea ayudar a Ardón con alguna propuesta de trabajo puede contactarse con él al numero 7311 2606.