Rubén Melgar Amaya estaba feliz porque toda su cosecha de yuca ya había sido comprada y el dinero serviría para invertirlo en cosas de la casa y su milpa. Sin embargo, todo quedó en planes cuando esta mañana fue asesinado por pandilleros cuando iba a dejar comida al ganado que cuidaba en el caserío Los Laureles del cantón Cerro de Plata en Zapotitán.
El crimen ocurrió a las 7:00 de la mañana a unos metros de la casa de Melgar. De acuerdo con la Policía, el señor terminó de alimentar al ganado cuando dos hombres lo acribillaron sin mediar palabras.
Según la policía, a don Rubén, de 68 años, la muerte le previno luego que hace dos semanas le reclamara a un reconocido pandillero del sector sobre un intento de violación a una de sus hijas.
En uno de los hoteles las autoridades encontraron una habitación adecuada, aparentemente, a la práctica de cultos satánicos
“A la hija la intentó forcejear un pandillero, entonces el señor le reclamó, pero el marero no lo amenazó a él directamente, sino por terceros”, reveló un agente.