Lluvias siguen causando daños en El Salvador

Son ya seis personas fallecidas a causa de las lluvias, más de 1,765 viviendas inundadas y 25 ríos desbordados. Protección Civil mantiene alerta amarilla en 43 municipios y alerta verde en el resto del país.

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Foto EDH / Josué Parada

Por Enrique Carranza / Violeta Rivas

2018-10-17 8:20:07

La lluvia que cayó durante las últimas 24 horas inundó caseríos y cantones de los municipios San Francisco Menéndez y Cara Sucia, ambos de Ahuachapán.

La tarde del miércoles Jerónima de Jesús Gómez necesitaba pasar consulta médica y tras considerarlo un poco subió a una canoa y se dirigió de su casa hacía el poblado vecino.

Jerónima vive en el caserío La Salina, cantón Garita Palmera, de San Francisco Menéndez, Ahuachapán, y las lluvias han dejado aislado ese lugar, obligando a los habitantes a usar pequeñas embarcaciones artesanales, talladas en madera, para movilizarse.

Son ya seis personas fallecidas a causa de las lluvias, más de 1,765 viviendas inundadas y 25 ríos desbordados. Protección Civil mantiene alerta amarilla en 43 municipios y alerta verde en el resto del país.

“Hacía siete años que no ocurría algo similar, la llena subió bastante esta vez”, explica Jerónima.

Jerónima muestra una marca de humedad en los troncos sobre los que está sostenida su casa, son unos 70 centímetros de altura desde el suelo, hasta allí llegó el agua en el interior de su casa, elaborada en madera, plásticos y láminas.

“No podemos abandonar las casas, vienen personas de otros lugares y se roban las pocas cosas que tenemos, a veces hasta las gallinas se llevan”, continúa Jerónima.

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En La Salinera los habitantes se dedican a la agricultura y la pesca en los ríos y estero cercano, por eso último disponen de canoas.

Jerónima vive junto a su esposo Julio Adalberto Chévez.

En las cercanías, siempre en La Salinera, se encuentra la casa de Candelario Ayala, de 72 años, allí la refrigeradora permanece horizontal sobre una mesa, fue la forma más rápida que encontraron para evitar que el agua dañara el aparato.

“Vine a vivir a aquí a los 9 años, y es la segunda vez que sucede esto, la otra fue hace varios años”, explica Candelario.

Luego, una sus familiares relata que durante la madrugada del miércoles debieron desmontar el motor del molino, del cual es propietaria, para evitar que le entrara agua.

“Aquí entran carros y se puede andar a pie, pero con esta llena mejor se usan las canoas”, agrega Candelario, mientras se desplaza en su pequeña embarcación.

Los habitantes de ese lugar aseguran que son capaces de evacuar en las canoas hasta de noche, pues conocen las rutas que pueden tomar.

Los habitantes aseguran que no abandonan su casas porque personas ajenas llegan en canoa a robarles lo poco que tiene. Foto EDH / Josué Parada

Estragos a nivel nacional

Hasta el momento son 1,765 las casas inundadas, 626 albergados y seis fallecidos a causa de las lluvias, desde el 5 de octubre hasta ayer, según datos de la Dirección General de Protección Civil.

La alerta se mantiene amarilla en 43 municipios, mientras que 219 siguen con alerta verde.

La entidad explicó, a través de redes sociales, que actualmente los departamentos más afectados por la situación climática son La Libertad, Sonsonate y Ahuachapán.

Mientras que el ministerio de Medio Ambiente y Recursos Naturales (Marn) informó que las lluvias continuarán durante las próximas 24 horas, tipo temporal, y que serán de mediana a fuerte intensidad, principalmente en la zona costera, en la cordillera volcánica y en la zona centro y occidente del país.

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En las últimas 24 horas, según el mapa de distribución de lluvias, hay un acumulado de 188. 8 milímetros, registrados en la Hachadura, Ahuachapán, y 147.8 milímetros en Sensunapán, Sonsonate.

Medio Ambiente advirtió que debido a esta situación de precipitaciones de las últimas horas pueden ocurrir derrumbes y caída de piedras, debido al alto contenido de humedad en el suelo.

La institución, a través de un comunicado, indicó que los lugares donde pueden ocurrir este tipo de sucesos son en Morazán, Chalatenango, Tacuba, Apaneca, tramos de carretera Litoral, entre Mizata y La Libertad; y en El Delirio e Intipucá. Otras zonas del país con riesgo de deslizamientos son la cordillera volcánica central, principalmente en sectores de la cordillera el Bálsamo; Sierra de Jucuarán, carretera Los Chorros y municipios de zona norte del departamento de Cabañas. En cuanto a los ríos, Medio Ambiente informó que existe la posibilidad de desbordamiento, principalmente en los ríos Goascorán, Grande, de San Miguel; Paz, Sensunapán, Jiboa y los que desembocan en la costa del país.

Personal de Protección Civil, cuerpos de socorro, alcaldía y unidades del Ministerio de Salud atienden a los afectados entre ellos niños y ancianos. Foto EDH/ Josué Parada

Evacuados en Ahuachapán

En el caserío El Chino, del cantón Garita Palmera, San Francisco Menéndez, 216 personas debieron abandonar sus casas por la crecida del río que cruza el poblado.

Los afectados, en su mayoría niños, fueron trasladados a la casa comunal local.

“La advertencia de la lluvia llegó el domingo a medianoche, y nos salimos quizás a las 2 de la madrugada del lunes”, sostuvo Sonia María Ayala, quien es parte de la directiva de ese lugar.

El martes lo pasaron sin agua potable y energía eléctrica, el último servicio fue restablecido por empleados municipales.

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Conforme cayó la tarde del miércoles, los refugiados se resguardaron en el centro escolar cercano.

“Por el momento necesitamos granos básicos, aceite y alimentos enlatados”, detalló Rafael Durán, otro directivo.

En la colonia Ista, municipio Cara Sucia, al menos 30 personas debieron abandonar sus casas y permanecer en el centro escolar local pues el río Aguacate se desbordó.

“Aquí así pasó el chiflón de agua, unos vecinos nos ayudaron a subir y amarrar las cosas”, explicó Marta León Rodríguez, de 69 años, mientras con sus manos toca su cintura para mostrar la altura del paso del agua.

En la casa de Marta las camas están atadas con lazos a las vigas que sostienen el techo de su casa.

“Todos los pollos se ahogaron, pero lo importante es que nosotros nos salimos a tiempo”, reflexiona Marta.

Mientras, en el caserío La Veranera, siempre Cara Sucia, el río El Chino, inundó casas y cultivos.

“La milpa se perdió por completo, al pozo le entró agua sucia, se perdió todo”, comentó Marvin García.

Julio Adalberto Chávez observa su casa inundada. Foto EDH / Josué Parada