Fiesta en Roma y El Salvador por el nuevo Santo a 38 años de su martirio. Millares peregrinaron por San Salvador y ofrecieron una misa de acción de gracias.
San Óscar Arnulfo Romero Galdámez, el primer santo que El Salvador da al mundo, nació el 15 de agosto de 1917 en Ciudad Barrios, San Miguel. Fue el octavo hijo de Santos Romero y Guadalupe Galdámez.
Romero, conocido popularmente como el salvadoreño más universal, mostró su vocación al oficio pastoral desde pequeño. Ingresó a sus 13 años al seminario menor de San Miguel y siete años después lo hizo en el Seminario San José de la Montaña, ubicado en la colonia Escalón, en San Salvador.
En 1937, un año después que terminó la II Guerra Mundial y en pleno gobierno del general Maximiliano Hernández Martínez, viajó a Roma para estudiar Teología en la Pontificia Universidad Gregoriana, donde fue uno de los alumnos más destacados de Monseñor Giovanni Batista Montini, quien en 1963 se convirtió en el Papa Pablo VI y quien también fue canonizado junto a Romero en la plaza de San Pedro, en Roma, este domingo.
La homilía fue oficiada por el sacerdote jesuita José María Tojeira y marcó el inicio de la vigilia con motivo de la canonización de Romero.
A sus 24 años, el 4 de abril de 1942, Romero fue nombrado sacerdote y regresó al país un año después. Su primera misa fue el 11 de enero de 1944, en San Miguel. Luego fue nombrado párroco de Anamorós, en La Unión.
Después fue enviado a San Miguel, donde realizó su labor pastoral durante 20 años, también lo hizo en 1974 en Santiago de María, Usulután, año en que fue nombrado Obispo.