Entre la comunidad católica del municipio de El Paisnal se vive un ambiente de regocijo por la canonización del Beato Óscar Arnulfo Romero. Desde hace varias semanas, los feligreses están organizando una “gran fiesta” que se realizará el próximo sábado, en la víspera de la ceremonia en la que el Papa Francisco declarará santo al religioso salvadoreño, en la basílica de San Pedro, en El Vaticano.
En la pequeña localidad -situada al norte de San Salvador- la figura de Romero es tan representativa como la de su amigo fraterno y mentor: el sacerdote jesuita Rutilio Grande. Muestra de ello es que en los murales de las calles principales, en el templo de San José y en un monumento situado en la plaza Central se les ve juntos.
Grande nació en El Paisnal en 1928 y desempeñó ahí parte de su vida sacerdotal. El 12 de marzo de 1977, un grupo de paramilitares emboscó y ametralló en Aguilares el vehículo en el que se transportaba el religioso en compañía de dos colaboradores, Manuel Solórzano y Nelson Lemus.
El pueblo natal del padre Rutilio Grande, amigo y mentor del religioso asesinado, ha organizado actividades para el próximo domingo, día en que Romero sea elevado a los altares. Los feligreses del municipio confían en que Grande será el segundo santo católico del país.
Los tres están sepultados en la iglesia donde el fin de semana se llevarán a cabo las actividades para celebrar que Romero será elevado a los altares.
Aunque el proceso para que Grande sea beatificado es incipiente, en el pueblo ya se le considera un santo, como Romero, por su vocación social y por la defensa de los desposeídos.
“Para nosotros, el significado de la canonización de Monseñor Óscar Arnulfo Romero es inmenso; es un evento único, trascendental y especialmente simbólico para la parroquia, ya que él fue un gran amigo del padre Rutilio Grande, de la cual (El Paisnal) es la cuna y la tumba”, expresa entusiasmado el párroco, Juan Carlos Palacios.
Los lugareños consideran que al canonizar a Romero se está haciendo lo mismo con Grande, porque él fue “maestro” del primero.
“Se dice que el gran milagro del padre Rutilio Grande es monseñor Romero. Así lo dijo el cardenal Gregorio Rosa Chávez: que el gran milagro que nos ha dado el padre Rutilio Grande es ese sentido social, ese sentido de pastor que monseñor Romero manifestó conociendo al padre Rutilio”, expresa Palacios.
Quienes conocieron a Romero relatan que el asesinato de su amigo y sus dos colaboradores fue determinante para que el futuro santo, quien entonces era el Arzobispo de San Salvador, se dedicara a desempeñar un rol protagónico en la defensa de los pobres y de los derechos humanos.
Santificación será “brisa fresca” ante la violencia en el municipio
A juicio del párroco de la iglesia San José, de El Paisnal, el significado de la canonización de Romero “es grande en cuanto a la fe”, sobre todo porque la realidad social de El Salvador está “marcada por la violencia y la corrupción”.
“Esto viene a ser un faro en medio de tanta oscuridad, viene a ser para nosotros un aire, una brisa fresca que viene a calmar esta situación dura que estamos viviendo, especialmente en nuestro municipio que como casi todos los municipios del país ha sido herido por la violencia. Nuestra gente puede estar contenta y el significado es mucho más grande, ya que el padre Rutilio y monseñor Romero eran grandes amigos”, reflexiona Palacios.
“Desde que monseñor Romero cayó (murió) por los pobres, ya era santo”
Un octogenario de El Paisnal que trabajó con Rutilio Grande y conoció al beato siente júbilo por la canonización.
Vigilia para esperar ceremonia
Luego que el Papa Francisco anunciara el pasado 19 de mayo, durante la celebración de la Hora Tercia del Consistorio ordinario público, que Romero sería declarado santo el 14 de octubre en Roma, la comunidad católica de El Paisnal consideró enviar a un grupo de pobladores en representación de la feligresía, pero por falta de dinero no lo hizo.
Desde entonces, la iglesia y la alcaldía se han organizado para realizar diferentes actividades en el municipio, en la víspera y durante la ceremonia de canonización de Romero.
Los organizadores tienen previsto que el municipio acoja a unas cinco mil personas (entre habitantes del lugar y visitantes) para esa celebración, ya que la iglesia San José es de las pocas parroquias que realizarán una vigilia completa para esperar el momento de la canonización.
Según la programación, desde el viernes 12 de octubre, la calle principal que pasa frente a la iglesia San José será cerrada porque ahí se instalarán las cocinas donde los feligreses van a preparar unos 10 mil tamales, café y chocolate.
A las 8:00 de la noche del sábado, el párroco oficiará una misa; una hora después se repartirá el refrigerio y luego se entonarán cantos alusivos a Romero, entre ellos “Misa campesina”, “El profeta salvadoreño” y “Resucitaré en mi pueblo”.
Unos 7,000 salvadoreños asistirán al acto de canonización de Monseñor Romero
El arzobispo de San Salvador, José Luis Escobar Alas, y el cardenal Gregorio Rosa Chávez presidieron la misa de envío de los peregrinos que participarán en la histórica ceremonia en el Vaticano
Después, el grupo de danza del Instituto Nacional de El Paisnal realizará diferentes puntos artísticos, los cuales han estado preparando desde hace varios días, y elevarán globos en memoria del pastor.
A medianoche habrá otra entrega de alimentos, después se proyectará en dos pantallas gigantes, que se colocarán en la iglesia San José y en la plaza central, una película de Romero y el vídeo sobre el milagro que le hizo el religioso a Cecilia Rivas de Flores, y por el cual él será declarado santo.
Luego los asistentes esperarán la transmisión en vivo de la ceremonia de canonización desde El Vaticano para terminar alrededor de las 5:00 de la mañana, con una alborada.
El mes pasado, monseñor Rafael Urrutia, postulador diocesano de la causa de Romero, informó que aproximadamente 3,150 personas se han registrado en el Arzobispado de San Salvador para asistir a la ceremonia. Unos 3,000 de los inscritos son laicos y alrededor de 150 son presbíteros, entre diocesanos y religiosos.