Virginia Domínguez permanece en la recepción de la alcaldía de Guadalupe, departamento de San Vicente; en sus manos tiene un pequeño trozo de papel rosa, en ese se encuentra impreso el número 11, es su turno para ser recibida por el alcalde Roberto Renderos.
La atención que busca Domínguez dista de lo tradicional que se puede pretender en la municipalidad, ella espera por una consulta médica, misma que recibirá del alcalde, quien también es doctor.
En la recepción, una sala pequeña con grandes sillones y sillas plásticas, se encuentran más personas, hombres y mujeres de diferentes edades, que se entretienen viendo televisión o conversando, otras toman café. Todos esperan pasar consulta con el alcalde.
“Es la segunda vez que paso consulta con él, es de gran ayuda, se espera mucho menos que en la unidad de salud y la medicina es gratis”, comenta Domínguez.
Roberto Renderos se graduó como médico de la Universidad de El Salvador y suma dos períodos como alcalde de ese municipio, que se encuentra a 60 kilómetros de San Salvador, una hora con 15 minutos aproximados de camino.
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En El Carmen, de Cuscatlán, hay mujeres que asisten a los círculos de alfabetización de adultos buscando cumplir su sueño de aprender a leer y escribir.
Al interior de su oficina, o despacho, hay un estante metálico, allí son almacenadas algunas medicinas básicas; además, en el escritorio se encuentra el característico estetoscopio y un tensiómetro, ese último fue donado y será entregado a uno de los pacientes.
Renderos, de 39 años, no usa gabacha blanca, asegura que es para evitar que los pacientes se pongan nerviosos y así externen sus problemas de salud con facilidad.
El proyecto de dar consulta en la oficina del alcalde inició en 2016. A título personal de Renderos y por medio de gestiones fue que la municipalidad adquirió medicina.
“Es algo que a mí me encanta y apasiona, siempre me llamó la atención poder facilitar un lugar donde dar atención y medicamentos gratuitos a las personas; además que sean atendidos como se merecen, gracias a Dios la oportunidad se dio”, explica Renderos.
Las consultas son los martes y jueves a partir de las 2:00 de la tarde, pero los pacientes llegan hasta antes del mediodía para estar entre los primeros en ser atendidos.
“Toca organizarnos y extender la jornada laboral, a veces son las 7:00 de la noche y aquí seguimos atendiendo a los pacientes”, continua Renderos, quien trabajó en el Ministerio de Salud, Minsal, entre 2011 y 2015, llego como médico consultante y se retiró (pidió permiso) cuando fungía como director de la Unidad de Salud Especializada de Ilobasco, Cabañas.
Durante las consultas brindadas en la alcaldía Renderos ha detectado problemas de salud graves y los ha remitido a la Unidad especializada de Verapaz, a unos 10 minutos de Guadalupe, o al hospital de San Vicente.
Sueldo y dietas a la mitad
Con las consultas surgió la necesidad de comprar las medicinas que serían entregadas a los pacientes y, como la alcaldía tenía pocos recursos, la opción fue recortar el pago del alcalde y la dieta de los concejales a la mitad.
De esa forma la municipalidad logró un promedio de 57 mil dólares anuales, los cuales son utilizados en la ejecución de proyectos, contratación de personal y compra de medicamentos.
“En la primera reunión de consejo, el 1 de mayo de este año, a iniciativa mía, se solicitó la reducción de pago y dieta. Además, tenemos un convenio con una ong, ellos aportan el 80 por ciento del medicamento, la alcaldía el resto”, concluyó Renderos.