“Cañita” fue enviado a prisión provisional por feminicidio agravado y violación agravada

Adonay Reyes es acusado por violar a una menor de 15 años y asesinar a su madre.

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Wilmer Anzora, alias Cañita. Foto EDH/Cortesía

Por I. Mejía

2018-09-13 5:17:10

Wilmer Adonay Reyes, el pandillero que ocultaba sus tatuajes con maquillaje, fue enviado a prisión por los delitos de feminicidio agravado y violación agravada.

Reyes, alias “Cañita”, enfrentó el 12 de septiembre la audiencia inicial en el Juzgado de Paz de Nueva Esparta, en el departamento de La Unión.

El juez le decretó detención provisional por ambos delitos y declaró reserva total del caso.

Adonay vivía en el caserío La Montañita, cantón Ocotillo, en la jurisdicción de Nueva Esparta, en La Unión. En este lugar Resyes, además de atemorizar a los habitantes, obligó a una menor de 15 años de edad a mantener relaciones sexuales con él. El pandillero amanazaba a la joven con matarla a ella y a su familia si no accedía.

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La madre de la joven, identificada como Basilia Granados Hernández, de 59 años, ignoraba la situación, pero cuando descubrió los abusos trató de impedir que el imputado siguiera violando a su hija.

Según la Fiscalía Basilia Granados fue a la vivienda de Reyes para poner fin a la situación, pero el pandillero sacó un arma y mató a la señora. El hecho ocurrió el 15 de agosto de 2018.

Reyes huyó del lugar y fue capturado cuando pretendía viajar a Guatemala por la frontera San Cristóbal, municipio de Candelaria de la Frontera, en Santa Ana.

El exceso de maquillaje para ocultar sus tatuajes llamó la atención de las autoridades y empezaron a interrogarlo. Al consultar en la base de datos policial se percataron que el pandillero tiene cuentas pendientes con la justicia por los delitos antes mencionados.

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El sujeto tenía tres órdenes judiciales y las autoridades sostienen que se ocultó en el lugar por varios meses.

En otro caso, Edimar Serpas Romero, de 35 años, fue condenado a ocho años de cárcel por el delito de agresión sexual contra un adolescente de 12 años.

La agresión fue cometida en diciembre de 2017 en la vivienda de la víctima en Usulután. Serpas Romero, convivía con la familia del ofendido, porque su madre aprobó darle albergue temporalmente.

Un hermano del adolescente agredido encontró infraganti al sujeto, por lo que la madre lo echó de la casa y denunciaron a Romero.