Así era el desarrollo que se planeaba para el puerto de La Unión sin la presencia de China

Es un puerto con 10 años de abandono, nula movilidad de contenedores y pérdidas millonarias.

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El Puerto La Unión ha funcionado al mínimo de su capacidad pues no es atractivo para ningún inversionista. / Foto Por Archivo

Por José Luis Henríquez

2018-09-02 8:00:00

Hace alrededor de 10 años terminó de construirse el puerto de la Unión Centroamericana, una mega obra de alrededor de $200 millones que pretendía transformar el panorama existente en la zona oriental y ser el punto de despegue de una reactivación económica nacional que nunca sucedió.

Una década después sorprende el repentino, y urgente, interés de empresas chinas por participar en la concesión de la terminal marítima y en la compra de las zonas extraportuarias, para un proyecto aún no esclarecido por el Gobierno.

Lo único que se conoce es que la empresa Asia Pacific Xinhuao (APX), empresa interesada en arrendar las zonas adyacentes al puerto y, recientemente, invitada por la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA) a participar en la licitación para la concesión del puerto; también posee una división dedicada a la fabricación de tecnología militar.

El Gobierno afirma que la relación con APX únicamente responde a vínculos comerciales y que nada justifica que vaya a tener una base militar, pues eso no está permitido por la legislación nacional, aunque la alerta fue hecha por la Embajadora de EE.UU.

Antecedentes del puerto

En diciembre de 2008, el consorcio nipón belga TOA Corporation/ Jan De Nul terminó de poner el último ladrillo en el puerto y quedó todo listo para atraer inversionistas interesados en operarlo.

Cuatro compañías internacionales de primera línea mostraron interés en administrar la terminal marítima desde antes de su construcción, en aquel entonces.

La idea era convertir a la nueva infraestructura en un puerto de tercera generación, lo cual permitiría convertir al país en un centro logístico regional, que movilizaría mercaderías procedentes de diversos países.

En las áreas extraportuarias se planeaba desarrollar zonas francas, para que las fábricas instaladas allí pudieran exportar directamente desde el puerto o para recibir, inmediatamente, los insumos que necesitaban para producir.

Además se pretendía desarrollar zonas hoteleras para que vivieran los marinos, los oficiales y todos los ejecutivos y personal necesario para que el proyecto funcionara; también tendría zonas residenciales, escuelas, centros de salud, bares y zonas de entretenimiento, en síntesis se había visualizado una ciudad puerto para el desarrollo de la zona oriental.

Incluso se habló de construir un aeropuerto para darle cobertura a la nueva infraestructura.

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El complicado proceso de concesión portuario

Simultáneamente, cuando estaba concluyendo la obra física se comenzó a elaborar la Ley de Concesión del puerto y a planificar la licitación de la obra.

Para 2008 la Comisión Ejecutiva Portuaria Autónoma (CEPA), proponía licitar el puerto de Acajutla y el nuevo puerto de La Unión a un solo operador internacional, pero las primeras propuestas sufrieron retrasos debido a la negativa de varios diputados de la oposición de aprobar la normativa planteada por el Ejecutivo.

La propuesta era entregar el 90% de acciones para el inversionista extranjero y 10% para el estado, pero esta licitación nunca prosperó.

En el último trimestre de 2009, la CEPA encargó a la Agencia de Cooperación Internacional de Japón (JICA) un estudio técnico para definir bajo que modelo convenía más al Gobierno de El Salvador concesionar el puerto, y se llegó a la conclusión que fuera bajo concesión parcial.

Sin embargo, la contaminación política del período preelectoral de 2009, la falta de visión del impacto que tendría el Puerto de La Unión en la generación de empleos y de negocios, la ligereza con que se discutió el tema y los ataques políticos sin fundamento no permitieron aprobar la concesión portuaria.

Fue hasta septiembre de 2011 que la Asamblea Legislativa aprobó la ley que permitiría concesionar la terminal marítima por 30 años a empresas privadas, la ganadora debía invertir $30 millones en los primeros cinco años de la concesión para el equipamiento y funcionamiento de la terminal. Y el proyecto era tan bueno que 10 empresas internacionales de EE.UU., España y Japón, entre otros, se interesaron en participar de la licitación.

Así las cosas se afirmó que en septiembre de 2013 debería estar concesionada la infraestructura portuaria; pero, como una historia interminable, las autoridades decidieron modificar el marco legal para supuestamente evitar un arbitraje que pudiera ocasionarse por parte de las empresas ganadora de la licitación, por lo que el plazo se tuvo que modificar.

Entre eso cambios se exigía al concesionario un plan de inversiones de $30 millones para 10 años y cinco, como era originalmente.

Pese a que la Ley de Concesión Portuaria que aprobó la Asamblea Legislativa en 2011 definió que el costo del dragado del Puerto de la Unión sería asumido por el Estado, las empresas precalificadas para intervenir en la licitación de la concesión del Puerto, exigieron garantías de que el Estado salvadoreño cumpliría con ese compromiso, por lo cual la ley debía ser reformada una vez más. A raíz de tantos contratiempos, en octubre de 2013, de 34 empresas internacionales invitadas a precalificar para la licitación del puerto, solo cuatro mostraron interés.

En mayo de 2015 CEPA sometió a licitación internacional el puerto de La Unión pero ningunas de las cuatro empresas precalificadas presentó oferta económica ante la Unidad de Adquisiciones y Contrataciones Institucional (UACI), y tuvieron que transcurrir otros tres años para que ahora vuelva a intentarse una nueva licitación que, según algunos analistas, se ha hecho a la medida y que será lanzada en octubre próximo. Es sugerente conocer que a finales de la semana pasada, Medardo González, secretario general del FMLN, señaló que el Gobierno esperaba que empresas de China participaran en la licitación del Puerto de La Unión.

Desde hace algunos años empresas chinas como CITIC Group se han reunido en varias ocasiones con funcionarios de Economía, Proesa (Oficina de Promoción de Inversiones y Exportaciones) y CEPA para analizar las oportunidades de negocio no solo en el Puerto de La Unión, sino también en el Aeropuerto Internacional y hasta en las líneas del tren. En 2015 representantes de CITIC Group firmaron en Venezuela una carta de intención con funcionarios de Gobierno, con la idea de invertir unos $400 millones en la reactivación del puerto, zonas extraportuarias y también en proyectos habitacionales.