Montañas, volcanes y lagunas que cautivan en el oriente del país

Perquín, uno de los sitios que se puede visitar durante vacación o en fin de semana, se caracteriza por la espesura de sus bosques de pino, singulares cascadas, ríos, piscinas naturales que se pueden explorar.

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elsalvador.com

Por Douglas Urquilla / Colaboración especial

2018-08-20 9:46:07

En la cadena montañosa del oriente del país existen parajes, lagunas, humedales, cascadas y otros sitios ideales para ir con la familia o amigos a vacacionar, acampar, observar aves e insectos, realizar caminatas extremas y darse refrescantes baños en cascadas y ríos de impresionante belleza.

En la actualidad hay senderistas y montañistas que hacen recorridos en esta y otras rutas, como el caso de Ana Martínez y Luis Duke, quienes consideran que en estos sitios aún hay puntos que se pueden considerar remotos y resultan idóneos para los amantes de la naturaleza.

Uno de estos lugares que está en las alturas de la cadena montañosa es Perquín, en Morazán. Esta zona que en el pasado fue conflictiva, en la actualidad es pacífica y sus residentes buscan salir adelante en medio de esa extensa belleza cultural y ambiental cargada de iglesias coloniales, casas antiguas, bosques, ríos, cascadas, flora y fauna, entre otros.

Perquín está ubicado a 205 kilómetros de San Salvador.

El río Sapo, que nace en el municipio de Arambala, Morazán, cuenta con cascadas y pozas muy impresionantes. Foto EDH/Douglas Urquilla

Quienes se aventuran a explorar esta región, como el caso de Martínez y Duke, también aprenden sobre la vida y costumbres de los habitantes, quienes en la mayoría de casos son amables, atentos y están dispuestos a servir de guías a los visitantes, ya que lo que buscan es lograr el desarrollo local a través del impulso del ecoturismo.

Durante la ruta hacia Perquín se puede apreciar el extenso paisaje verde, también a hombres y mujeres que trabajan en sus cultivos de maíz, maicillo, güisquil, henequén y en otras actividades artesanales, como la creación de hamacas, bolsos, ollas de barro y diversos productos derivados del henequén (lazos, sombreros, petates).

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El inmueble está en Soyapango y será administrado por los transportistas de Sutrans. El Gobierno aún no anuncia modificaciones en las rutas interdepartamentales.

El lugar es ideal no solo para aquellos solitarios o familias que desean vivir experiencias extremas, sino para los que simplemente buscan descansar en medio de la naturaleza y un clima agradable, ya que algunos lugareños emprendedores mantienen hostales, cabañas de montaña, restaurantes y comedores que ofrecen variedad de comida y antojos típicos.

Cascada del río Gualpuca, en San Simón, Morazán, con su impresionante altura. Foto EDH/Douglas Urquilla

Hoy en día es posible desplazarse y llegar hasta los hostales sin mayores contratiempos, considerando que las principales calles y rutas se encuentran en buen estado; sin embargo, ya para internarse en los puntos boscosos y apartados es indispensable ir en vehículos todo terreno.

Es un lugar remoto de entretenimiento natural, ideal para familias que buscan tener una experiencia placentera o para caminantes que gustan de las diferente vivencias en las alturas.

Además, el visitante se encontrará con una parte del reflejo de la historia del país en la que podrá admirar las iglesias coloniales como San Simón, Villa El Rosario, San Fernando, Jocoaitique y Torola, así como casas de adobe que han sobrevivido al paso del tiempo y trabajos de artesanos en madera, barro y agrícolas.

Una vista de la campiña en San Fernando Morazán. Foto EDH/Douglas Urquilla

Los bosques permiten realizar una serie de actividades que van desde acampar en medio de ellos o en las cercanías de ríos y cascadas, observación del manto estelar en la noche, caminatas de senderismo, darse un refrescante baño en las limpias aguas de los caudalosos ríos, tal es el caso de el Sapo, la poza Bruja, la poza la Culebra, río Negro, cascada El Calambre, río Araute, Los Manantiales, cascada El Salto del Perol, salto El Chorrerón, cascada Gualpuca, entre otros.

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Los amantes de las caminatas, como Martínez y Duke, suelen tomar el desafío de ascender a cerros como El Pericón, Cacahuatique, El Pelón, El Gigante y El Volcancillo.

Por sus reservas naturales que han sobrevivido al paso del tiempo, Perquín es considerado como un pulmón en la región oriental que sirve de refugio y albergue a muchas especies de flora y fauna, que es posible avistar.

En lo alto del volcán Conchagua
Otro de los destinos de montaña es el volcán Conchagua, de La Unión, que está a 2,382 metros sobre el nivel del mar. Su clima es fresco, en contraste con el calor que se experimenta en la ciudad y desde sus alturas se tiene una vista espectacular de los amaneceres, de las puestas de sol, de todas las islas del Golfo de Fonseca y de todo el relieve territorial que colindan con Honduras y Nicaragua.

En el volcán de Conchagua, que es una zona forestal protegida administrada por el Ministerio de medio Ambiente y Recursos Naturales MARN) se puede realizar caminatas y observar especies propias del lugar, también tiene miradores desde donde se aprecia el paisaje.

Las cascadas de Las Pilas, tiene una caída de 15 metros de altura, esta rodeada de enormes pinos y caudales de agua fresca que desemboca en el río Sapo y está ubicado en Arambala , Morazán. Foto EDH/Douglas Urquilla

Otra de las opciones que se puede visitar en la cima es el área privada conocida como “Espíritu de la montaña”, en el que, atendiendo los permisos ambientales, han construido un mirador. Ahí los visitantes pueden acampar para esperar las puestas, ver el ocaso del astro rey, el firmamento en medio de la oscuridad y tomar fotografías de las excelentes vistas hacia el mar.

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Atardecer en Olomega
La laguna de Olomega es un paraje acuático de gran extensión que está ubicado entre los departamentos de San Miguel y La Unión. El cuerpo de agua cuenta con dos islas: Olomega y Olomeguita, así como una diversidad de aves nativas y migratorias.

Los turistas tienen imágenes espectaculares tanto si están en tierra como cuando hacen uso de los servicios de lancha para internarse en sus aguas, en las que muchos de sus residentes practican la pesca artesanal.

Los paisajes de la laguna de Olomega, en San Miguel, son inspiradores. Foto EDH/Douglas Urquilla

También se pueden hacer caminatas por los cerros que bordean la laguna.

Olomega es un espejo de agua acogedor, cálido, que atrapa a los amantes de la naturaleza y es ideal para hacer imágenes fotográficas o contemplar todo su entorno, el estero, y dependiendo de la hora puede presentar diversas tonalidades en su ambiente.

Quienes visitan estos maravillosos lugares señalan que la mayoría tiene bajos índices de inseguridad y delincuencia; pero es recomendable coordinarse con los guías locales y los miembros de la Policía Nacional Civil de Turismo (Politur), destacada en los lugares a visitar.