“Solo avísenle a ella (su pareja) que ya voy a llegar a la casa para ver a mi pequeñito”, fueron las últimas palabras que Tommy Eduardo Paiz, de 41 años, expresó a través de una llamada telefónica el viernes a uno de sus familiares. Después de eso, no supieron más de él hasta este sábado que llegaron a reconocer un cadáver reportado como desconocido a la morgue de Medicina Legal.
El cuerpo correspondía a Paiz, quien desapareció la tarde del 3 de agosto a un costado del redondel de la Libertad de Expresión en el bulevar Luis Poma, en Antiguo Cuscatlán, departamento de La Libertad.
En ese momento, el fiscal informó que el cuerpo estaba esposado, aunque aclaró que no eran de uso de la Policía, sino de seguridad privada. Además tenía múltiples lesiones en las partes superiores del cuerpo. El hecho habría ocurrido cerca de las 3:00 p.m, hora en que las autoridades fueron alertadas del caso.
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Un oficial de la Policía reveló que en el lugar se encontraron abundantes casquillos de pistola 9 milímetros.
De acuerdo con uno de los familiares, Tommy se dirigía a visitar a su pareja y su hijo de seis meses edad cuando en un lugar que nunca fue revelado se le quedó el automóvil. La familia sospecha que en el sector donde quedó varado fue privado de libertad y posteriormente acribillado.
En un principio, la Policía dijo sospechar que el hombre era un basquetbolista. “Quizá las autoridades pensaron eso por la vestimenta que él acostumbraba a usar”, mencionó la familiar.
Fue deportado hace un año de Estados Unidos
“Ya tenía más de un año de que lo habían regresado de los Estados Unidos, vino aquí y comenzó a trabajar”, contó la familiar.
De acuerdo con la fuente, el hombre trabajó hasta hace unos días como supervisor en un call center y estaba a punto de formalizar su relación con su pareja. “El siempre muy pendiente de su niño, lo visitaba constantemente, una lástima que ya no lo podrá ver más”, lamentó el allegado.
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Para la familia de la víctima se le viene un problema más, pues los delincuentes le quitaron los documentos al momento de asesinarlo y el cuerpo será entregado hasta después de las vacaciones agostinas.
“Como no tenemos ningún documento y las instituciones que lo autentican no están trabajando vamos a tener que esperar a que nos lo entreguen”, manifestó angustiada la pariente de la víctima.