Maras ahuyentan a estudiantes del Tecnológico de Usulután

El Ministerio de Educación dio un plazo de siete meses para aumentar la cifra de estudiantes. El número de alumnos de la institución bajó a causa de la violencia.

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Foto EDH Jorge Reyes

Por Karen Salguero

2018-07-31 7:33:02

Desde hace dos años, la crisis por la delincuencia ha provocado la deserción de cientos de estudiantes del Instituto Tecnológico de Usulután (ITU), que actualmente está en riesgo de cerrar debido a la escasez de estudiantes, un problema al que se enfrentó hace 22 años y logró superar.

Por hoy, el instituto tiene 24 alumnos inscritos, a diferencia de los 400 con los que contaba tres años atrás y de no conseguir para febrero de 2019 un mínimo de 60 estudiantes, tendrá que cerrar, aseguró José Velázquez, director del ITU.

“Estamos tratando de levantar esta institución, sería una lástima que se cerrara porque es la única que es pública a nivel superior”, dijo el director.

En el departamento, el ITU y la universidad Gerardo Barrios son las únicas instituciones públicas, de educación superior.

Velásquez mantuvo una reunión en junio pasado con el ministro de Educación, Carlos Canjura, quien le estableció un plazo de ocho meses para reactivar el instituto, de caso contrario será clausurado.

El ITU es un centro de educación superior en el que imparten carreras técnicas en las áreas de mecánica automotriz y computación.

La institución es un asocio público privado, que trabaja con el financiamiento del Ministerio de Educación (Mined) y con la administración de la fundación de Ex-alumnos del Instituto Técnico Industrial (Fundaiti).

Fundaiti es una asociación de ex alumnos del Institutos Tecnológicos que se encarga de la dirección, infraestructura y mantenimiento del ITU desde 1997, cuando a través de un convenio por parte del Mined acordaron activar una institución que había quedado abandonada y estaba en riesgo de desaparecer, un problema al que 20 años vuelve a enfrentar.

En ese entonces, retomaron la institución con 6 alumnos, ahora las cifras de estudiantes continúan siendo insatisfactorias.

“Estamos con una población estudiantil demasiado baja, estamos con 24 alumnos. Este instituto hace 5 o 6 años atrás, tenía una población de 400 estudiantes,” expresó Velásquez, que en mayo pasado, fue nombrado director del ITU, para buscar una solución a la problemática.

De acuerdo con Óscar Melara, presidente de Fundaiti, el principal factor que ha incidido en la deserción escolar es la violencia, porque los jóvenes se sienten inseguros al viajar de los diferentes municipios hasta la zona.

En 2016, los alrededores del instituto comenzaron a ser punto de asalto y de otros delitos por parte de las pandillas, lo que ocasionó el temor de los estudiantes, sobre todo de lo que viajaban de los municipios aledaños.

En ese contexto, un aproximado de 25 estudiantes decidieron abandonar la institución sin finalizar su carrera. El resto finalizó la carrera técnica, sin embargo en el ITU no hubo nuevas inscripciones.

Según datos del Instituto de Medicina Legal de Usulután, en el primer trimestre de 2016, se registraron 62 homicidios, siendo marzo el mes más violento con 25 asesinatos, seguido de febrero con 22 y en enero fueron 15.

El ITU tiene una extensión de cinco manzanas, tiene 11 aulas para clases, tres talleres prácticos en mecánica, informática y mantenimiento de computación, un auditorio y una biblioteca.

Actualmente sólo utilizan tres salones, porque el estimado de estudiantes por aula ronda de las 6 a 8 personas.

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La cifra de estos escolares que abandonaron la escuela corresponde al período de enero a agosto de este año, según los registros del Ministerio de Educación.

Según Velásquez, el año pasado contaban con 44 alumnos, de los cuales 20 se graduaron y continuaron 24; este año, 12 estarían por graduarse.

Melara aseguró que la inseguridad no ha sido el único factor del abandono, también afectó la disminución del prepuesto que hizo el Mined al instituto en 2010.

El Ministerio de Educación le daba ala institución un presupuesto de $180 mil, destinados para el pago del personal, compra de maquinaria y el equipamiento del mismo. Ese monto era administrado Fundaiti

Según Melara, con esa cantidad lograban cubrir el 90% de los gastos de la institución. El otro 10% lo obtenían del pago que los estudiantes realizaban, que eran mensualidad de $20.

Además, había un proyecto de becas con el que beneficiaban a un aproximado de 150 alumnos, que no podían costear una educación superior, debido a sus condiciones económicas.

Pero a partir de 2010, la institución tuvo un recorte de $71 mil, quedando con un estimado de $109 mil, que les redujo considerablemente los beneficios a los alumnos y el servicio de la institución.

Melara aseguró que aún con el recorte lograron manejar la reducción por seis años más, con una reserva estratégica de $120 mil, que Fundaiti había acumulado a través del pago que hacían los alumnos de ser necesarios ante una crisis.

“Hicimos un programa que por las necesidades de la institución íbamos a ir inyectando $20 mil por año pero cuando llegamos al sexto año se nos terminó la reserva estratégica”, comentó el presidente.

Tras quedarse sin ingresos y el presupuesto establecido no era suficiente, miembros de la junta directiva de Fundaiti se presentaron al Mined . “Les dijimos: estamos en crisis y si ustedes no nos devuelven en 2016, los 60 mil dólares que necesitamos, entonces mejor se los devolvemos (el instituto). Eso fue ya cuando teníamos 18 años de administrarlo”, añadió Melara.

Desde 2016 hasta este año, Fundaiti ha venido trabajando por mantener en función al instituto, mientras que con el Mined han sostenido una serie de reuniones para decidir su futuro, el cual fue establecido por el ministro Canjura en mayo pasado, con un plazo hasta febrero de 2019.

Velásquez dijo que parte del acuerdo fue que de conseguir los 60 alumnos, el Mined les estaría aumentado el presupuesto a $133 mil, con lo que consideran que es sostenible la institución. Que solo de luz al año están pagando más de $14 mil.

Con el nombramiento de Velásquez como director del ITU, miembros de la junta directiva de Fundaiti han comenzado con la implementación de proyecto para combatir la deserción, entre ellas: visitar las alcaldía de las diferentes municipalidades para que otorguen becas a los jóvenes y les provean transporte.

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También trabajar con las empresas locales, a través de alianzas que permitan realizar horas sociales a los alumnos y doten con equipos a la institución.

Ante la baja de estudiantes, se redujo la oferta de carreras técnicas, de cinco que impartían ahora solo son tres: en computación, mantenimiento de computadoras y mecánica automotriz.

En la oferta académica también están los técnicos en turismo y en mercadeo y ventas, que serán implementados si se inscriben alumnos.

Velásquez comentó que la última promoción en turismo fue en 2015, después no se obtuvieron matrículas.

Para inscribirse al ITU, Katherine Alvarado, coordinadora de Proyección Social, dijo que la persona debe visitar las instalaciones o llamar al 26240432, donde le brindarán información.

La matrícula por ciclo es de $30 y la cuota mensual es de $5. A eso se le añade el pago de $20 durante el periodo de exámenes.

“Las oportunidades de educación están en el tecnológico” dijo Melara, que junto a Velásquez, están llevando a cabo una campaña de visita a las alcaldía y comunidades para reactivar el instituto.

Según Velásquez sería una lastima que más jóvenes se quedarán sin una oportunidad de estudio, teniendo a la disposición una institución con capacidad.

En cuanto a la delincuencia, aseguró que el caso ya fue reportado con agentes de la delegación central de la Policía Nacional Civil (PNC) de Usulután, para que brinden protección a los alrededores del instituto.

“No es posible que estemos cerrando escuelas y estemos abriendo cárceles”, agregó Velásquez, dispuesto a lograr como mínimo 100 estudiantes para el próximo año.

Con el Mined se buscó la versión oficial del tema, sin embargo tanto la Dirección Departamental de Educación de San Salvador, como la de Usulután dijeron desconocerlo.

El director dijo que entre los proyectos a futuro para apoyar el financiamiento de la institución, está la creación de un polígono industrial en el centro de Usulután que refuerce el trabajo del instituto y genere ingresos económicos a través de las empresas. Desde que Fundaiti tomó la administración del ITU, hace 20 años, ha graduado 1,729 profesionales en las diversas áreas técnicas.

Siendo en 2015, la última generación de graduados con 100 alumnos en el técnico de ingeniería en computación. En 1997, el ITU funcionaba como un instituto nacional de Usulután, el cual se encontraba en crisis por el abandono y porque no funcionaba bajo sus instalaciones. Con la dirección de Fundaiti lograron establecer a la institución en un antiguo establecimiento de Centro Nacional de Tecnología Agropecuaria y Forestal (Centa) donado por el Ministerio de Agricultura y Ganadería.