Ahuachapanecos bailarán en desfiles de las Fiestas Agostinas

Quince años han servido para que el grupo estudiantil de danza folclórica se consolide y tenga reconocimiento nacional e internacional. Para elaborar los vestuarios que utilizan, los integrantes deben de organizar actividades para la recolección de fondos.

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Foto/Cristian Díaz

Por Cristian Díaz

2018-07-29 4:22:23

AHUACHAPÁN. El 1 y 3 de agosto, los ahuachapanecos que integran el Grupo de Simulación Folclórica Tiempo Amarillo participarán en los desfiles del Correo y del Comercio, de la capital, en el marco de las Fiestas Agostinas.

El grupo se ha presentado en diferentes partes del país debido al reconocimiento que han obtenido en cada presentación, donde destacan por su profesionalismo.

Incluso han recibido invitaciones para viajar a Guatemala y México, donde les garantizan alimentación y alojamiento a cambio de que gestionen el transporte; pero no han recibido apoyo a pesar de las puertas tocadas.

“Lastimosamente en nuestro país lo que es la parte de arte y cultura no tiene apoyo. Si lo vemos a nivel del sistema educativo, el Gobierno no le apuesta y quizás no le apuesta porque no hay profesionales especializados en el área y por eso el arte en nuestro país es barato y la gente prefiere dedicarse a otras cosas que estar haciendo arte”, lamenta.

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Para reunir los mil dólares que requieren para la confección de los trajes que llevarán, bajo el concepto de “Las Refajadas de Ahuachapán”, han realizado diferentes actividades, como venta de comida en el parque La Concordia.

Erica Isabel Flores Rincán, 18 años, es una de las integrantes del grupo y apenas tiene espacio para descansar.

Su tiempo lo distribuye en recibir clases de técnico administrativo contable en el Instituto Nacional Alejandro de Humboldt, de Ahuachapán; donde, además, participa en un equipo de ajedrez y a partir de este año en el Grupo de Simulación Folclórica Tiempo Amarillo.

En ajedrez ejercita la mente y en danza, el cuerpo, dice entre risas la joven, que desde afuera del grupo admiraba la disciplina y el esfuerzo que lo caracterizan.

“Mis padres dicen que no saben cómo le hago, piensan que es un milagro de cómo puedo organizar todo mi tiempo; y quizás en verdad lo es, porque es bien difícil llevar el estudio, el ajedrez y la danza. Es bastante responsabilidad”, relata.

Reconoce que el esfuerzo vale la pena ya que, por ejemplo, en el grupo de danza no solo aprenden a bailar; sino que su encargado, Hugo Hidalgo, les enseña aspectos culturales que incluyen cada una de las vestimentas que utilizaban las personas originarias.

Foto/Cristian Díaz

Hidalgo menciona que una investigación hecha por Marcial Gudiel, quien es profesor de folclor de la Escuela Nacional de Danza, consigna que en el país existen 13 trajes folclóricos, de los cuales dos son para hombre y el resto de mujeres.

Hidalgo da clases de contabilidad en el instituto; pero su tiempo en la institución lo complementa con el grupo, cuyos integrantes ensayan todos los domingos desde el mediodía.

El profesor relata que llegó a Ahuachapán en 2003, después de haber dado clases durante ocho años en el Instituto Nacional de San Isidro, en Izalco, Sonsonate, donde fomentó el deporte.

A su llegada encontró descuidada el área artística por lo que se propuso como objetivo fortalecerla y en ese mismo año formó un grupo que apenas estuvo integrado por siete alumnos.

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Su trabajo va más allá de enseñarles sobre música a los alumnos; también los inspira y les muestra como soñar y luchar, con esfuerzo y disciplina, por esas metas.

El año siguiente ya se había fortalecido y más estudiantes mostraron su interés, formándolo 22 alumnos.

Sin embargo, el docente tomó un descanso en 2007 y no organizó el grupo tras reflexionar que debía de prepararse en dicha área para dejar un buen legado entre sus alumnos.

“La danza no es solo ir a bailar; la danza es una disciplina”, reflexiona Hidalgo, quien retomó su proyecto un año después aún con la espina de que debía de prepararse.

Foto/Cristian Díaz

En 2012 observó un anuncio del área de folclor de la Escuela Nacional de Danza, que lo animó a estudiar dicha área durante cuatro años, hasta 2015.

“Me di cuenta de que todo lo que había hecho de 2012 hacia atrás no era folclórico y a partir de ese momento tomo otra visión de trabajo, apoyado de mi maestro don Marcial Gudiel, y empiezo a trabajar en folclor”, rememora.

Hidalgo cuenta que también lleva a profesores de otras partes del país para que impartan clases de cumbia, merengue y salsa, entre otros, con la finalidad de que los alumnos conozcan todos los ritmos.

Actualmente, el grupo está integrado por 70 personas, que trabajan para el mantenimiento de la danza folclórica.

Los alumnos deben de llevar buenas notas en todas sus materias, aunque no existe nota mínima, pues tiene que ser responsables para organizar su tiempo.

La admisión de exestudiantes fue a partir de 2013 porque Hidalgo considera que es la manera de cómo ellos pueden regresar un poco de lo aprendido a la institución, al tener la opción de convertirse en instructores.

Cada coreografía que prepara el grupo es original para que la bailen un promedio de 30 y hasta 50 integrantes.

Todos las deben de aprender por si son seleccionados para ir a una presentación, ya que nadie tiene un lugar garantizado.

Actualmente, tienen 15 coreografías montadas, entre las que se destacan El Barreño, Las Lavanderas, Los Chales, El Carbonero y El Día de la Cruz.

Foto/Cristian Díaz