Los motoristas de la Ruta buses 202, que hace su recorrido entre Ahuachapán y San Salvador y que están aglutinados en la Asociación de Transportistas Ahuachapanecos (Asotra), suspendieron el servicio ayer por más de nueve horas, por supuestas amenazas que recibieron por parte de una pandilla.
El jefe de la delegación de la Policía Nacional Civil (PNC), subcomisionado Nelson Doñan Valle, expresó que el domingo llegó una persona a la terminal de Ahuachapán para amenazar a los conductores con que no trabajaran, aunque el sujeto no expresó la razón.
Los empleados decidieron atender la advertencia por temor a ser víctimas de algún atentado contra sus vidas, tal como ha ocurrido en ocasiones anteriores.
Sin embargo, cerca de la 1:00 del mediodía, la medida fue levantada sin dar explicación alguna por parte de los conductores. Algunas de las unidades comenzaron a salir a esa hora.
La Policía señaló, previo a conocerse el restablecimiento del servicio, que ofrecieron seguridad a las unidades; pero los empresarios pidieron indagar si en verdad existió la amenaza.
Ruta 202 en paro por amenaza de pandillas
Es la segunda ocasión en el año que suspenden servicio. La primera ocasión fue tras la muerte de un motorista
Por su parte, el oficial dijo que ya están realizando sus propias investigaciones. Inicialmente descartan que sea por motivos de la denominada renta, aunque es una de las líneas de indagaciones que tienen las autoridades.
Son más de cien unidades de Asotra que prestan usualmente el servicio ordinario las que no trabajaron desde las 3:30 de la madrugada hasta el mediodía.
Sólo lo hicieron las denominadas especiales de la misma empresa y una veintena que se conocen como independientes.
Sin embargo, como en ocasiones anteriores, no dieron abasto para atender a la población que pretendía trasladarse hacia San Salvador a sus lugares de trabajo y estudio.
Algunos usuarios optaron por viajar hacia Santa Ana a través de la Ruta 210 y luego abordar la 201 que llega hasta la capital.
Eso generó saturación de las unidades de la ruta santaneca, ya que debió atender a los usuarios que tradicionalmente viajan en sus buses y, además, la demanda que provocó la suspensión del servicio ahuachapaneco.
Organizaciones piden al Gobierno y diputados que atiendan a desplazados por violencia
A partir de la sentencia de la Sala de lo Constitucional que ordena al Estado que reconozca el problema, esperan que Ejecutivo cree políticas públicas y los diputados legislen al respecto.
María Hernández, quien tiene tres meses de embarazo y viaja a su trabajo desde Santa Ana hasta la capital, expresó que usualmente, tras comprar el boleto, debe esperar entre 5 y 10 minutos para abordar la unidad.
Ayer tuvo que esperar, a las 4:15 de la mañana, cuarenta minutos, debido la cantidad de usuarios que formó una fila de casi un kilómetro de largo.
Otros usuarios de Ahuachapán previeron la situación en Santa Ana y optaron por no viajar, bajo el riesgo de perder clases y que les descontaran el día en sus trabajos.
Esta es la segunda ocasión en el año que empleados de Asotra suspenden el servicio. La primera ocurrió a inicio de mayo, tras la muerte de uno de los conductores, en esa ocasión la medida duró tres días de protesta.