LA UNIÓN. Los pobladores de las comunidades del cantón La Quesadilla, en el departamento de La Unión, esperaron más de 50 años para que la municipalidad y el Ministerio de Obras Públicas (MOP) les construyeran el puente sobre la quebrada conocida como Las Pocitas.
Es una obra de paso vehicular y peatonal cuya construcción duró cinco meses y tiene 22 metros de longitud y tres metros de ancho.
Según datos provistos por las instituciones, en este esfuerzo se invirtieron $311 mil dólares.
El proyecto se concretó como parte de un convenio donde el Ministerio aportó las vigas de hierro; y la municipalidad el resto de la infraestructura y su construcción.
Los residentes esperan que la nueva estructura dure muchos años y que las obras de contención que se hicieron en los alrededores de la misma reciban el mantenimiento adecuado.
En problema que enfrentaron por mucho tiempo en cada invierno era la inaccesibilidad por el desborde de la quebrada debido a las fuertes corrientes que bajan de la parte alta, los conductores esperaban hasta seis horas para cruzar la zona, mientras bajaba el caudal del agua.
De acuerdo con lugareños en esos años de espera y metiendo solicitudes tanto en la alcaldía como en el gobierno central pidiendo que les construyeran la obra, muchas familias sufrieron tragedias, seis personas fueron arrastradas al momento de cruzar la quebrada en vehículos, fueron sorprendidas por las repuntas, también el ganado sufrió las consecuencias.
Algunos miembros de las directivas de las comunidades beneficiadas se unían para visitar a los alcaldes en turno y esperar audiencia para que los atendieran y les recibieran la carta donde solicitaban el proyecto.
El alcalde Ezequiel Milla dijo que la obra, nombrada Salvando Vidas, no significa mucho en cuanto al costo de inversión, sino la importancia que tiene para las comunidades, considerando que varias personas fallecieron al ser arrastradas por la quebrada.
“Los perfiles de metal que nos donó el ministerio tienen un costo de 30 mil dólares, el resto son fondos propios de la municipalidad”, agregó el edil.
Juan Reyes, habitante del caserío El Higuerón, recuerda que en 1998, durante el huracán Mitch, dos muchachos fueron arrastrados por la crecida de las quebradas y los cuerpos fueron encontrados atascados en el monte y lodo en los alrededores de los terrenos agrícolas del lugar.
“El año pasado un bus con unas personas fue sorprendido por una corriente, gracias a Dios la gente fue sacada a tiempo, en otros años nos ha tocado que estar llorando a nuestra gente porque no lograron sobrevivir al ser arrastrados”, agregó Reyes.
Algunos ganaderos tuvieron pérdidas hasta de 800 dólares por cabeza de animal que morían ahogados al intentar al cruzar la calle cuando eran llevados a los potreros para alimentarlos.
María Flores, habitante, manifestó que hasta los dueños de las tiendas eran afectados porque en cada tormenta con la crecida de la quebrada los camiones repartidores de producto no ingresaban, se regresaban porque no podían pasar.
“El puente siempre fue la principal necesidad que teníamos todos los habitantes, las directivas trataron de rebuscarse para que el gobierno central o la alcaldía nos escucharan y siempre nos dejaban esperando mientras la gente fracasaba en cada invierno”, agregó Flores. Los beneficiados son alrededor de 5 mil personas de las El Higuerón, La Quesadilla, Agua Caliente, El Portillo, El Tablón y Las Trancas, la mayoría usa la vía con fines de comercializar sus productos agrícolas y hortalizas.
Las orillas del puente fueron pintadas de azul, blanco y rojo. Otras de las necesidades de las comunidades es la reparación de las vías de comunicación, piden que les construyan cunetas a las calles.