La falta de medicamentos e insumos en los hospitales públicos, la mala infraestructura y el bajo presupuesto destinado a la compra de fármacos eran los reclamos más frecuentes que pacientes y sindicatos de trabajadores hacían en la administración del expresidente Funes (2009 y 2014), a quien la Fiscalía acusa de haber sustraído $351 millones del erario con ayuda de familiares y funcionarios.
Estas carencias en el sistema de salud , así como en otras áreas sociales, contrastan con el estilo de vida lleno de lujos y comodidades que llevaba el exmandatario, su compañera de vida, Ada Mitchell Guzmán Sigüenza y el resto de parientes, como lo ha revelado la investigación del Ministerio Público.
Según las pesquisas, Guzmán manejó un presupuesto no justificado de $499,205.81 en el Gobierno de Funes, con quien tiene un hijo. Con dinero público ella pagó aproximadamente $60 mil para someterse a dos cirugías plásticas en un establecimiento de Beverly Hills, en Los Ángeles, Estados Unidos. También se desembolsaron $3,826.53 para que saldara gastos de hospitalización.
La cónyuge del exmandatario además recibió $208,800 para la compra de vehículos de modelos recientes y otros $15,500 para adquirir implementos deportivos.
También se ha informado que Guzmán recibía $10 mil de salario por administrar un Spa, situado en la calle Maquilishuat, en San Salvador. El inmueble fue construido con fondos públicos en un lote de casi mil 400 metros; los gastos para su funcionamiento salían de la partida de gastos reservados del Estado.
En compras de supermercado, Ada Mitchell gastó $92,140.03 y otros $26 mil fueron cargados a sus tarjetas de crédito por adquisiciones en negocios locales. Según la Fiscalía, falta agregar los gastos por compras en el extranjero.
En 2016, en el marco de una investigación por delitos de corrupción, las autoridades allanaron la casa de Guzmán y hallaron decenas de botellas vacías de whisky Johnnie Walker Blue Label, Edición Limitada, cuyo valor es de $800 cada una, y ocho botellas de Cognac Luis XV, el cual tiene un valor estimado $7,923 por botella.
Otro hallazgo del Ministerio Público es que Guzmán depositó $49,229 a sus cuentas bancarias; abrió otras por $17,360 con depósitos a plazos y abonó $26,349 en sus tarjetas de crédito.