El director de la Policía Nacional Civil, Howard Cotto, descartó este martes la posibilidad de que el agente Juan Josué Castillo, a quien se le imputa el feminicidio agravado de su colega Carla Ayala, esté muerto. Por el contrario, el funcionario sospecha que el exagente del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP) se marchó al extranjero para evadir la justicia.
Castillo, según las investigaciones, lesionó de bala y desapareció a la policía, la madrugada del 29 de diciembre pasado, tras participar en una fiesta en el inmueble donde funcionaba el GRP.
En la entrevista televisiva Frente a Frente, Cotto sostuvo que Castillo tenía muchas posibilidades de huir del país, como también lo hicieron el exagente Carlos Alberto Flores Hernández y Edwin Isaac Esquivel Chávez, quien era amigo de Juan Josué. El primero es acusado de incumplimiento de deberes y encubrimiento; el otro solo por el último delito.
28 de diciembre 2017
El testigo relató que el 28 de diciembre del año pasado, cuando se realizó la fiesta en la sede del GRP, en la residencial San Fernando, en San Salvador, recibió el turno de “clase de servicio” (asistente del oficial de servicio) a las 3:30 p.m. Horas después, a las 11:00 p.m., dijo que vio a Samurai bailando con otros agentes. El expolicía prófugo lo hacía de forma exagerada y tiraba patadas.
Al existir sospechas de que estos dos sujetos hubieran ingresado ilegalmente a Estados Unidos, la División de Crimen Transnacional de la Policía hizo gestiones con las autoridades de aquel país para localizarlos. Ambos ya fueron detenidos y están a la espera de ser extraditados, explicó el jefe policial.
Las investigaciones arrojan que los dos sujetos viajaron al país norteamericano para evadir las responsabilidades por su participación en este caso y no por otras razones.
El trabajo de las autoridades ahora está enfocado en dar con el paradero de Castillo y descubrir en lugar donde él se deshizo del cadáver de su colega.
Hubo dispositivo para ayudar a escapar a policía
Cámaras de videovigilancia instaladas en San Salvador han revelado que luego de cometer el ataque contra la agente Carla Ayala, Castillo llegó a devolver la patrulla a la base del GRP, en la colonia Loma Linda, a pocas cuadras del estadio Cuscatlán.
Después huyó en un vehículo particular con dos familiares. Un grupo de policías les dio persecución y los alcanzó en la zona del redondel Árbol de la Paz, donde hubo un tiroteo que fue aprovehcado por Juan Josué para escapar.
El director de la Policía explicó que Castillo se mantuvo todo ese día en San Salvador e hizo contactos con colegas y familiares para que le ayudaran a marcharse hacia San Francisco Javier, Usulután, de donde era originario.
“Más o menos a las 6:00 de la tarde de ese día 29, en un dispositivo de tres vehículos, (Castillo) se va hacia el oriente del país. Esta parte la tenemos (registrada) a través de las cámaras de videovigilancia de la Policía Nacional Civil”, dijo Cotto.
“Mientras yo esté a cargo, no regresará el GRP”, afirma Howard Cotto
El GRP fue disuelto el pasado mes de febrero como consecuencia de la desaparición de la agente Carla Ayala tras una fiesta de esa unidad élite de la Policía
Agregó que entre las personas que le ayudaron a movilizarse desde la capital hacia Usulután, a través de la carretera El Litoral, estaban los dos hombres que han sido arrestados en Estados Unidos y Edgardo Alfonso Chavarría Castillo, quien fue detenido en la zona oriental.
Para marcharse usaron tres vehículos: en el de en medio viajaban los dos policías. Adelante de ellos iba otro de los imputados haciendo labores de “antena” para asegurarse de que no hubiera ningún retén policial y el otro sujeto se conducía en otro auto dándoles custodia.
