Para el director del Ballet Folclórico Nacional, Roberto Navarrete, las acusaciones en su contra por acoso sexual son una estrategia que vienen desde hace años por tres bailarines que se pugnan el poder por tener su cargo.
“Lamentablemente, el punto sensible que se busca es el punto de moda, la palabrita suena bonita, acoso sexual”, señaló el imputado a este medio, y agregó que tiene pruebas para desvirtuar las imputaciones.
Navarrete justificó que desde hace 15 años, esos artistas; dos mujeres y un hombre, a las que conoció en el taller de Danza Universitaria de la Universidad de El Salvador (UES) y luego se las encontró en el Ballet Folclórico Nacional buscan ocupar su cargo, y que según él, primero intentaron derrocarlo aludiendo que no tenía capacidad técnica para ser director del ballet, luego lo señalaron en actos de corrupción y hoy lo acusan de acoso sexual.
“Han hecho una conspiración. En su momento yo voy a presentar mi demanda contra eso”, sostuvo el pasado lunes 21 de mayo en una llamada telefónica, y dijo que en su momento montará una conferencia de prensa para referirse al tema.
Un día después, el imputado volvió a contactar a este rotativo y dijo que quería “hacer uso del derecho de respuesta”. Se le explicó que la información aún no había sido publicada, y que ya se contaba con sus declaraciones para un tema en el que es mencionado.
Director del Ballet Folclórico Nacional acumula seis denuncias por acoso sexual en Fiscalía
El Diario de Hoy habló con dos mujeres que ya oficializaron su denuncia contra Roberto Navarrete. Estas se suman a otras tres que ya habían denunciado ante Fiscalía, según el periódico digital El Faro, más otra mencionada en el reportaje, pero que aún no había denunciado.
Además, se le indicó que en el reportaje el medio no afirma nada, que parte de denuncias que ya habían sido presentadas en sede fiscal. Navarrete insistió la tarde del miércoles, en una llamada, en su “derecho de respuesta”, y que quería reunirse con el periodista y sus abogados, porque alegó que los hechos de los cuales le acusan son graves y dañan su imagen.
Sin embargo, cuando se le concedió la entrevista en las instalaciones de El Diario de Hoy, se presentó con su hija, no con sus defensores, y ella grabó todas sus declaraciones.
Navarrete también proporcionó el número de uno de sus defensores, pero al querer consultar su postura sobre el proceso, este no respondió el teléfono.
“Todas las historias son inventadas por ellas, porque son historias”, sostuvo el imputado.
Según él, todo se trata de una “pugna” liderada por los tres bailarines y secundada por otros seis.
“Es una pugna de poder, una medición de fuerzas. Lo indignante es que no se pueda medir resultados, simplemente acabar con un persona para lograr esos objetivos, es una cosa muy baja”, alegó Navarrete.
Víctimas contradicen a ministra de Cultura
Dos de las bailarinas que ya denunciaron los hechos ante la Fiscalía, contradijeron la postura de la ministra de Cultura, Silvia Elena Regalado, quien afirmó que la entidad protegerá la dignidad de las víctimas; apoyará con la Unidad de Género, y acatará las medidas de la Fiscalía y otras instancias.
Pero las víctimas afirmaron que durante todo el proceso no han tenido acompañamiento de la cartera de Estado. “No dan respuestas claras de la atención a las víctimas”, dijo una de ellas, al hacer referencia a la estrategia aprobada a inicios de mayo por presidente de la República, Salvador Sánchez Cerén, sobre la prevención de la violencia contra las mujeres en las entidades estatales.
Según las denunciantes, pese a que Navarrete ha sido separado de su cargo mientras dure el proceso penal, continúa firmado trámites administrativos que corresponden al titular del Ballet, y eso es avalado por Regalado.
El imputado, de momento, ha sido trasladado a una oficina de la ex Casa Presidencial, en el Barrio San Jacinto, en esta capital, y aunque él dice que ahí se dedica a producir sus obras, de acuerdo con El Faro, previo a la publicación del reportaje, la periodista visitó ese lugar y ahí empleados le refirieron que no saben qué hace y que pocas veces le habían visto en el lugar.