El aumento de asesinatos y otros delitos en Mejicanos, Ayutuxtepeque, Ciudad Delgado, Cuscatancingo, San Martín, Soyapango e Ilopango, todos de la jurisdicción de San Salvador, así como en San Juan Opico, de La Libertad, llevaron el miércoles al Fiscal General, Douglas Meléndez, a insistir en que el Estado debe recuperar estas localidades que son controladas por las pandillas.
Todos estos municipios están incluidos en el Plan El Salvador Seguro (PESS), que es el proyecto “insignia” con el que el Gobierno de Salvador Sánchez Cerén anunció, en 2015, que combatiría la delincuencia y prevendría la violencia que aqueja a la población.
El plan contempla la ejecución de acciones concretas en los 50 municipios seleccionados: dar seguridad en el territorio, atender a las víctimas de la violencia; brindar oportunidades educativas; buscar ofertas laborales y de inserción productiva, así como recuperar los espacios públicos para hacerlos dinámicos y seguros.
Para financiar estas acciones, el Gobierno central tendría que inyectar económicamente a las municipalidades, o al menos eso anunciaron las autoridades en su momento. A eso se suma lo recaudado con la Ley de Contribución Especial para la Seguridad Ciudadana.
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Meléndez destacó este miércoles el aumento de homicidios principalmente en Mejicanos, en donde en el último trimestre de 2017 fueron cometidos 28 homicidios. En los primeros tres meses de este año fueron asesinadas 40 personas, según los registros del Ministerio Público.
“Hay que abordar el tema de Mejicanos con fuerza, recuperar territorios, enfocar recursos de todo tipo, porque no es posible estar pensando en recuperar un montón de piedra como (en) la isla Conejo, y no intentar recuperar territorios en Mejicanos, donde están muriendo salvadoreños”, criticó Meléndez.
El mes pasado, el funcionario ya había señalado que el Gobierno debe incidir en esas zonas, ya que muchos delincuentes se están movilizando en los referidos municipios .
“Mejicanos es un claro ejemplo de que los sujetos (pandilleros) andan caminando en los lugares armados y matando a los ciudadanos”, dijo Meléndez, en esa ocasión.
Entre las víctimas de las pandillas en dicha localidad hay motoristas de transporte público, estudiantes, vendedores de mercado y empleados de negocios de lavado de vehículos. En algunos casos, los delincuentes los ultimaron para presionarlos para que pagaran las extorsiones.
La Fiscalía ha identificado que las “zonas rojas” de Mejicanos son la urbanización Metrópolis, las colonias Lincoln y Zacamil, así como la comunidad Nazareno. Solo en estos lugares fueron cometidos 14 homicidios en la últimas semanas.
Otros sectores donde también hay alta incidencia criminal son las colonias San Pablo, Santa Lucía, Palmira II, Sagrado Corazón y España; también la calle a Mariona y la avenida Castro Morán. En estos lugares fueron registradas cuatro muertes violentas, según Meléndez.
Plan El Salvador Seguro fracasa en municipios más violentos
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Pérdida de control
El Diario de Hoy publicó el 26 de marzo pasado cómo el Estado perdió el control territorial de los referidos municipios tras ejecutar el PESS, un proyecto que desarticuló toda la operatividad policial que estaba establecida en las zonas.
Antes de que la Policía en Mejicanos fuera degradada a subdelegación, la Unidad de Emergencias 911 de ese municipio solo cubría dos municipios: Mejicanos y Ayutuxtepeque, ambos con la mayor parte de su territorio urbanizado.
Pero a principios de 2016, la misma Unidad 911, con los mismos recursos, personal y material, fue obligada a cubrir otros dos municipios: Ciudad Delgado y Cuscatancingo.
En Mejicanos y Ayutuxtepeque la predominación de la pandilla 18 Revolucionaria es muy alta. Las fuentes policiales indican que en ambos municipios, por cada 100 miembros de la 18 que hay, la Mara Salvatrucha (MS-13) solo tiene 20.
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