Corazones Solidarios se ha vuelto una mano amiga para los niños del área de oncología del Hospital Nacional de Niños Benjamín Bloom y para sus padres; cada semana, la organización llevan alimentos y artículos de higiene a las personas de escasos recursos.
“No hay nada más gratificante que ayudar al que lo necesita, sobre todo cuando escuchas que esa persona no ha comido en dos o tres días”, dijo Ledy de González, presidenta de la Asociación Corazones Solidarios de El Salvador.
Lo que inició con la entrega de 12 platos de comida, ahora son 4 mil al mes, para los padres de los niños hospitalizados.
Los límites para un corazón solidario no existen. “El mar es tan grande pero estamos llevando esa gotita de agua a ese lugar”, añadió Ledy.
De martes a viernes, los padres son beneficiados con almuerzos y los sábados reciben el desayuno.
Alexandra González, miembro de la asociación, lo describe como un sueño hecho realidad, que comenzó como una iniciativa familiar.
La Asociación nació en mayo de 2013, cuando Ana Sofía González, hija de Ledy y ahora también socia, a sus 14 años, enfermó y estuvo ingresada durante seis días en el hospital Bloom. Estando allí, observó las carencias de los pacientes y padres de familia, que en muchas casos llegan de diferentes puntos del país, lo que les obliga a pasar durante todo el día y la noche en el lugar.
VIDEO: Desayunos para “kombi-dar”
Un grupo de jóvenes salvadoreños ponen en marcha un proyecto para ayudar a las personas sin hogar en Santa Tecla. Una vez por semana regalan desayunos a los más necesitados.
La joven se recuperó pero esa inquietud no pasó desapercibida y al salir del lugar le dijo a su madre que debían ayudar; quedarse con los brazos cruzados no era una opción.
En familia, buscaron la alternativa más viable para colaborar. Una era que el hospital les permitiera involucrar a los niños y a los padres.
Fue entonces que comenzaron con la entrega de 12 desayunos cada sábado; sin embargo, cada vez eran más los padres que se les acercaban. De acuerdo con Ledy, la peor respuesta en ese momento era decir que ya no tenían más.
Llegó un punto en que como familia no alcanzaron a cubrir los gastos de alimentación; pero ese no sería un obstáculo para continuar con el deseo de colaborar.
Ellas pidieron ayuda a través de familiares, amigos y corazones solidarios que se identificaron con la causa y apoyaron.
A partir de eso, ya no solo entregaron desayunos, si no que también almuerzos, que se extendieron para la semana.
La familia siguió con la dinámica y, en 2014, un año después de haber iniciado, se estableció legalmente la Asociación de Corazones Solidarios.
Ledy explicó que durante todo este tiempo han tenido que dejar su zona de confort, porque se han organizado entre el trabajo y los estudios para llevar a cabo la labor.
“Yo siempre digo que no somos la junta directiva, si no que la junta operativa, porque cocinamos, barremos, distribuimos y recogemos, hacemos todo”, dijo Ledy.
El equipo está constituido por ocho miembros, más otros jóvenes que realizan sus horas sociales en la asociación.
Sus pilares
Corazones Solidarios trabaja bajo tres pilares, el primero es ayudando a los padres de los niños ingresados, que además de recibir alimentación, obtienen un kit de higiene personal; y para los padres que pasan la noche en el hospital, han habilitado, desde hace tres años, un Oasis con camarotes y productos básicos para que puedan descansar y bañarse.
El segundo pilar es el emprendimiento, en apoyo a las mujeres de la comunidad costera Barra Salada, en Sonsonate, en el que desarrollan talleres de costura para que mujeres de escasos recursos confeccionen diferentes artículos como cosmetiqueras, almohadas, frazadas y demás.
El tercero es el apoyo a 120 niños, de kínder a sexto grado, del centro escolar Barra Salada, con la donación de material didáctico y útiles escolares.
“Es momento de forjar valores y de dar algo de lo que uno recibe en la vida”, aseguró Ledy.
Durante el año, la asociación desarrolla diversas campañas para obtener ingresos económicos.
La más próxima fue la denominada cena de gala grande, el 23 de mayo.
También ofrece horas sociales a jóvenes de escuelas y colegios que quieran involucrarse con la causa.
Si usted está interesado puede llamar al 2563-9564, contacto de Corazones Solidarios.