Como parte del proyecto Derechos y Dignidad que lleva a cabo en el país la Agencia de los Estados Unidos para el Desarrollo Internacional (USAID), presentó ayer en coordinación con organizaciones de la sociedad civil, la Hoja de Ruta de Inclusión y Derechos Humanos.
El documento, que nació como resultado de un ejercicio de diálogo y consenso llevado a cabo durante seis meses, establece una guía actualizada de prioridades y necesidades en las que se necesita trabajar para mejorar la situación de derechos humanos en los grupos: personas con discapacidad, población LGBTI, jóvenes y mujeres víctimas de la violencia social.
La ceremonia donde se dio a conocer la Hoja de Ruta de la Inclusión y Derechos Humanos estuvo presidida por Cyntia Cárdenas, especialista senior en derechos humanos de la USAID, y Mileydi Guilarte, directora del proyecto. En el evento también participaron representantes de distintas organizaciones que trabajan en la promoción y protección de los sectores citados.
Cárdenas sostiene que en las mesas de diálogo que antecedieron al diseño de la Hoja de Ruta predominaron una serie de inquietudes entre los sectores, por ejemplo: el garantizar e acceso a servicios (educación, salud…) y a información que les permita tomar decisiones en su vida, que los pueda integrar en la toma de decisiones y a la formulación de programas y políticas públicas; favorecer condiciones para que puedan participar de la vida productiva; también el goce de derechos civiles y políticos, la garantía a su seguridad y la pronta y efectiva investigación en casos de abuso.
Datos provistos por la USAID apuntan que en la Hoja de Ruta se han plasmado acciones sistematizadas y priorizadas que se tienen que hacer en relación a seis temas , tal es el caso de las leyes y políticas, el acceso a la justicia, los cambios culturales, la investigación, el fortalecimiento de la sociedad civil, la incidencia y participación.
La especialista explicó que a partir del lanzamiento se busca empezar a socializar el documento entre las autoridades y organizaciones para lograr un vínculo que permita hacer realidad las acciones propuestas para superar las problemáticas que afectan a estos sectores.
Según indica Cárdenas, la ruta es ambiciosas pues hay más de 160 líneas de acción en las que han trabajado pero la visión de inclusión y de igualdad de las personas es la meta.
“Una sociedad es prospera si es inclusiva y de ahí la importancia de buscar atender todas estas líneas de acción de manera pronta”, subrayó la especialista al consultarle sobre la importancia de este esfuerzo.
Aseguró que algunas instituciones ya se sumaron para implementar la hoja, entre ellas están el Ministerio de Justicia y Seguridad Pública.
Mileydi Guilarte, directora del proyecto Derechos y Dignidad, manifestó que ese un privilegio tener la oportunidad de trabajar en temas bastante sensibles en la población salvadoreña y aportar para mejorar el país, para que sea un lugar donde los derechos de las personas puedan ser respetadas.
Guilarte sostiene que han encontrando que para los jóvenes el tema de superar la estigmatización es uno de los desafíos en el actual contexto de violencia que se vive.
Para Verónica Rivas, de la Asociación de Mujeres Ciegas de El Salvador, y Rubidia Cornejo, promotora cultural de la Casa de la Cultura del Ciego, el proyecto ha sido muy importante porque han tomado en cuenta su sentir y pensar. Además, sostienen que es necesario que la Asamblea Legislativa gradualmente armonice el marco legal nacional e internacional de cara a los compromisos internacionales.
“Queremos que la Ley de Inclusión se apruebe, porque la Ley de Equiparación de Oportunidades para personas con discapacidad que se aprobó en el año 2000 ya es obsoleta, ya no llena nuestras necesidades”, señaló Cornejo.
Ámbar Alfaro, de la Asociación Solidaria para Impulsar el Desarrollo Humano y de la Federación Salvadoreña de Personas LGBTI, dijo que la hoja es una herramienta que llega a dar un plus al trabajo que realizan, pero es importante darle seguimiento para concretar acciones.
“La principal demanda de la Federación Salvadoreña LGBTI es la aprobación de la ley de identidad de género en El Salvador para personas trans, que regulará el tema del cambio de nombre, sexo y género en los documentos de identificación de las personas trans”, citó Alfaro.