Vender los animales de corral y la caridad de los isleños de Meanguera del Golfo es lo que ha ayudado en la lucha contra la leucemia de la segunda de cuatro hijos de Mirna Romero y Carmelo Hernández Sorto.
Silvia Raquel tiene 14 años y fue diagnosticada a inicios de año con leucemia aguda linfoblastica C91.0, una enfermedad de los órganos productores de la sangre que se caracteriza por la proliferación excesiva de leucocitos o glóbulos blancos en la sangre y en la médula ósea.
Ya está en tratamiento en el capital, en el hospital y los dos años de tratamiento que necesita son un reto económico para su familia.
Burocracia hospitalaria, la cruz de los enfermos de cáncer
Maritza Gutiérrez, fue diagnosticada con leucemia a los 14 años, antes de poder recibir el tratamiento pasó un calvario de burocracia y falta de interés por encontrar un diagnóstico certero en hospitales públicos y privados del interior del país.
Ellos son una familia de extrema pobreza, el padre se dedica a trabajos de agricultura; la familia cría uno o dos cerdos y algunas aves de corral que luego venden para poder costear el pasaje de la adolescente y su mamá, desde la isla unionense hasta el hospital capitalino.
El costo semanal ronda los 130 dólares, por una estadía de cuatro días en San Salvador. Ese monto no incluye costo del tratamiento ambulatorio que recibe; tampoco en alojamiento pues un pariente les da posada, el dinero lo utilizan en pagar la lancha para salir de la isla; los pasajes de los buses que las llevan de La Unión a la capital; otro de la terminal al hospital ; además de gastos en alimentación para las dos, durante los cuatro días.
Mirna dice que no tienen la capacidad económica para los gastos; hasta ahora lo que les ha permitido seguir el tratamiento de su hija es el apoyo de parientes, el de miembros de la iglesia donde se congrega y el apoyo del alcalde.
“Lloro al pensar que un día no tendré para los pasajes y eso me duele porque le afectará en el tratamiento a la niña; gracias a Dios esta respondiendo bien a las quimioterapias, y los exámenes de médulas que le hacen; pero si dejo de ir a una cita, eso se puede convertir en algo grave”, dice la madre.
El año pasado, después de tener el primer periodo menstrual, Raquel tuvo problemas de salud, padeció una anemia fuerte, fiebres, vómitos, y perdió el apetito.
Los 10 tipos de cáncer más atendidos en el Hospital Bloom
El Hospital Bloom y la Fundación Ayúdame a Vivir tienen el único registro de cáncer pediátrico en el país que permite determinar con precisión la prevalencia de casos. Entre enero de 2014 y octubre de 2017, atendieron 648 casos nuevos de cáncer.
La madre la llevó a la Unidad de Salud de la isla, pidiendo que refirieran a un hospital porque algo grave pasaba con Silvia Raquel, no se trataba de una simple anemia.
“De tanto insistirles me mandaron al hospital de La Unión, después al de San Miguel, luego al hospital Rosales y por último al Bloom donde actualmente me la tienen con los tratamientos”, dijo Mirna Romero.
Carmelo Hernández dice que con lo poco que logra ganar, a veces, le alcanza para comprar la comida para los cuatro hijos, otros días se va a pescar con lazo y anzuelos, porque no tiene lancha. “Crió unas cabritas para que nos den leche para tomarla con cafecito; no tengo un empleo, y esta situación de la viajadera con la niña hasta San Salvador, nos preocupa porque no tenemos dinero”, explicó el padre.
El alcalde, Luis Dheming, manifestó que la municipalidad les ayuda con el transporte de la niña, desde el muelle del pueblo hasta la casa en caserío La Periquera, cantón Guerrero porque cuando regresan del tratamiento Silvia Raquel sufre los efectos de la quimioterapia. Según Dheming, la familia necesita la ayuda de altruistas.
Para contactar a la madre, puede llamar al 79 17 47 23.