LA UNIÓN. Comerciantes y artesanas salvadoreñas originarias del departamento de La Unión, participaron en la Feria Binacional Productiva, Migración y Desarrollo, que se llevó a cabo en el municipio de Nacaome, departamento de Valle, Honduras.
La feria fue organizada por las Agencias de Desarrollo Económico Local (Adel) de los departamentos de La Unión (El Salvador) y Valle (Honduras) con el apoyo de la Organización Mundial para las Migraciones (OIM), con el propósito de promover el emprendimiento y evitar las migraciones de mujeres en busca de trabajo para el sustento de sus familiares.
Alrededor de 30 artesanos participaron vendiendo productos que elaboran en pequeños negocios familiares como lácteos, pan, bebidas, ceviches de caracol, camarón, artesanías, bisuterías y otra variedad de producto.
Mario Chavarría, coordinador de Adel La Unión, dijo que el objetivo es promover la economía local y que los pequeños comerciantes de los dos países lo vean como una oportunidad de alianzas comerciales que ayudan a desarrollarse.
Marquesote con sello de San Ramón
En esta localidad todavía hay algunas familias que producen desde hace años este tipo de pan sin el uso de máquinas. Si usted tiene suerte de probarlo recién salido del horno, le encantará.
En la feria de la OIM se promovió la migración segura en la región fronteriza. La institución ha logrado conformar redes locales interinstitucionales de atención a personas migrantes en situaciones de vulnerabilidad en los departamentos de La Unión, en El Salvador; y Valle, en Honduras.
En El Salvador, la Adel con el financiamiento del organismo internacional y la Comisión Nacional de la Micro y Pequeña Empresa, han apoyado con capital semilla a grupos de personas de los municipios de La Unión, Conchagua y El Carmen para el establecimiento de negocios en el rubro de artesanías, turismo, pesca artesanal, bisutería y alimentos.
Cecilia Ramírez, representante de la OIM en El Salvador, indicó que con la feria buscan visibilizar las oportunidades que existen para las mujeres en sus localidades, además de fomentar un intercambio de experiencias positivas en temas de emprendimiento y migración.
“Trabajamos con cinco componentes, pero muy fuerte en el establecimiento de capacidades, prevención de la migración donde tenemos ventanillas de información a población de migrante en ambos países”, agregó Ramírez.
Karen Ramírez, originaria de Conchagua, elabora con su familia de forma artesanal el aceite de coco orgánico en un pequeño taller que tiene en su casa.
Ramírez aplicó y en Conamype la capacitaron y le dieron las herramientas, dijo que “nos capacitaron para crear modelos de negocio y un capital de semilla de 2,500 dólares para comprar la refrigeradora, una prensa para sacar la leche de coco y otros utensilios”.
Guillermo Herrera, el fabricante de tambores
Este salvadoreño es reconocido a nivel nacional y el extranjero por ser uno de los fabricantes de tambores más creativos del municipio de El Carmen, Cuscatlán.
Otros de los participantes en el evento fue Gustavo Alvarado, quien tiene varios años de haber fortalecido el taller de artesanías con base de conchas del mar, madera y otra variedad.
Yesi Morralaga, representante de las asociaciones de desarrollo local de Nacaome, Honduras, dijo que las mujeres se están desarrollando a través de los negocios que están estableciendo.
“Son esfuerzos que ayudan a desarrollar la economía local de las familias y así prevenimos las migración de las mujeres hacia otros países; aquí tenemos las oportunidades”, aseguró Morralaga.
Algunos de los emprendedores hablaron sobre sus amargas experiencias que tuvieron al intentar viajar de forma ilegal hacia los Estados Unidos en busca de una oportunidad laboral para poder sostener a su familia.