Capturan a cinco policías y cuatro militares por delitos de tortura y privación de libertad

Las órdenes administrativas fueron giradas por la oficina fiscal de Cojutepeque.

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Por Denis Argueta

2018-04-13 12:31:05

Cinco agentes de la Policía Nacional Civil y tres soldados de la Fuerza Armada, entre ellos un cabo, fueron capturados ayer y acusados de los delitos de privación de libertad y tortura, informó la Fiscalía General de la República.

Las órdenes administrativas fueron giradas por la oficina fiscal de Cojutepeque llevando así a las capturas de los agentes de la PNC que se hicieron efectivas en San Miguel, San Vicente y Morazán; mientras que los soldados fueron aprehendidos en el Comando Especial de la Fuerza Armada de Ilopango.

El agente policial, Néstor R.M., responderá por el delito de tortura, agresión sexual y privación de libertad por autoridad pública; los otros cuatro agentes de la PNC y los cuatro miembros de la Fuerza Armada, entre ellos, un cabo, serán procesados por tortura y privación de libertad por agente de autoridad.

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De acuerdo a la entidad fiscal, el agente había pedido a la abuela de la menor que "cada 15 días se la prestara para sacarla a pasear", sin embargo, "aprovechaba ese tiempo para violarla, amenazarla y obligarla a realizar prácticas sexuales".

Los policías responden a los nombres de José L. Q., José D. Á., Hugo L. M. y Norberto R.P.; y los soldados, Edwin B. P., José Alfredo M. G. y Santos M. R.

Según el testimonio de la víctima, quien actualmente goza régimen de protección, se encontraba junto a otra persona el 22 de enero del presente año, aproximadamente a las 7:30pm de la noche sobre la carretera que conduce a San José Guayabal,  cuando los ahora implicados los retuvieron cuando se encontraban esperando a unos amigos.

Todo les pareció muy extraño ya que ellos no pertenecen a ninguna pandilla pero aún así los implicados los detuvieron sin razón aparente. El grupo de agentes portaban gorros navarone, a excepción de uno de ellos. Registraron a las víctimas y los cuestionaron del porqué se encontraban en ese lugar tan tarde.

A uno de ellos, que tiene calidad de testigo, lo hincaron y se pararon sobre su pantorrilla, a la otra víctima la subieron a la cabina de un pick up color blanco, sin logos de la PNC, era el vehículo donde se transportaban los policías y soldados. Posteriormente emprendieron la marcha hacia una calle conocida como El Perical que conduce hacia el cantón Aguacayo.

De acuerdo a la víctima, en el camino la interrogaron y le exigían que entregara armas o droga, y que les dijera a qué pandilla pertenecía ya que de lo contrario la iban a asesinar. Después de media hora, el vehículo se detuvo, la obligaron a bajar y a ponerse de rodillas, posteriormente le advirtieron “te vas a morir”, y luego le pusieron un fusil en la frente.

Muy confundida y temerosa, la interrogaron y le ordenaron ponerse de pie. También a que se bajara el pantalón y la ropa interior. Además, uno de los imputados le metió la mano debajo de la blusa y del sostén, “apretándole los senos”.

Según la víctima; nuevamente, le exigieron que se hincara y, otro de los detenidos, le puso una navaja en el cuello.

Mientras ella suplicaba por su vida, otro de los agentes le exigió que se parara, sacó la pistola y se la colocó en la sien. Momentos después, la víctima recibió la orden de subirse al vehículo, y en el trayecto uno de los policías la siguió manoseando; otro más le agarró la boca con una de sus manos y la contraminó al pick up, intentando besarla a la fuerza.

El grupo de agentes policiales y soldados la trasladaron cerca del lugar donde vivía, pero en el camino, recibió tocamientos en sus piernas encima de su pantalón. En el camino se encontraron una patrulla policial, pero le ordenaron que se agachara en la cabina para que no la vieran.

Al abandonar el vehículo le advirtieron que tenía que guardar silencio de lo sucedido, de lo contrario “ya sabía lo que le iba a pasar”.

Ahora todos los capturados tendrán que enfrentar a la justicia por los delitos de privación de libertad y tortura.