Un oficial de la Fuerza Armada, de quien se desconoce el nombre, ofreció venderle a la mara Salvatrucha (MS) cuatro ametralladoras M-60 que fueron hurtadas, en junio de 2014, de un almacén del Regimiento de Caballería en San Juan Opico, La Libertad.
Un mes después, la estructura San Cocos Locos Salvatruchos, que delinque en Sonsonate, aceptó comprar tres de ellas a un monto de $10,500 (dos a un precio de $6 mil y la otra a $4,500 porque incluía una caja de municiones). El propósito era armarse para empezar a cometer ataques contra jueces, fiscales, policías y soldados, tras haber terminado la tregua pactada en marzo de 2012, en el Gobierno de Mauricio Funes.
Eso fue lo que declaró este jueves un pandillero, identificado como clave “Capricornio”, en el sexto día del juicio contra 87 personas vinculadas a la MS, quienes fueron detenidas en la Operación Jaque.
La Fiscalía presentó al sujeto como testigo para que revelara la forma en la que operaba la estructura delincuencial y los delitos que cometió desde que se fundó, en 1994, entre ellos homicidios, extorsiones, tráfico de armas de fuego y distribución de droga.
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Policías declararon en el tercer día del juicio contra 87 integrantes de la MS detenidos en Operación Jaque.
El hombre aseguró al juez que quienes hicieron el trato con el militar fueron pandilleros de Ciudad Arce, La Libertad. La entrega de las primeras dos ametralladoras se llevó a cabo en el desvío a San Juan Opico y luego los delincuentes las llevaron en un vehículo hacia San Antonio del Monte, en Sonsonate.
Las armas estuvieron en la vivienda del pandillero apodado El Necio, quien es cabecilla de la estructura. Ahí llegaron otros delincuentes a probarlas y las ocultaron en unas caletas que habían hecho en el inmueble. Tres días después contactaron al oficial del Ejército para comprarle la tercera.
En mayo de 2015, aparentemente tras enterarse de que las autoridades les seguían la pista, los pandilleros se deshicieron de las ametralladoras en Ahuachapán. Estas fueron halladas dentro de un vehículo que estaba abandonado en la colonia La Chacra
“Capricornio” también declaró que, por mucho tiempo, quien abastecía de armas de fuego a la estructura era Cornelio Palacios Zúniga, quien residía cerca de la frontera La Hachadura, en Ahuachapán.
Al hombre, quien era pariente de un pandillero, le habrían comprado 10 armas calibre nueve milímetros a un monto de $650, la última adquisición que le hizo la pandilla fue en octubre de 2014.
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MS compró $100 mil en cocaína
Otra revelación hecha por el testigo es que el proveedor de drogas de la MS era el administrador del motel Tres Ases, situado en la carretera a Acajutla, quien supuestamente les vendía a $10, 500 cada kilo de cocaína. En 2014, según el informante, le compraron 10 kilos que sirvieron para abastecer a las 249 clicas de la pandilla en todo el país.
La droga era transportada desde Costa Rica en furgones.