Cuatro días después del homicidio del sacerdote Walter Osmir Vásquez, en Lolotique, San Miguel, el director de la Policía, Howard Cotto, informó en la entrevista de Canal 12 que va perdiendo fuerza la hipótesis de que el religioso fue asesinado para robarle sus pertenencias.
“Estamos absolutamente seguros de que fue un hecho planificado, no podemos descartar la hipótesis del robo, pero esta hipótesis va perdiendo fuerza”, dijo Cotto.
El vicario de la parroquia Nuestra Señora de la Merced, en Mercedes Umaña, Usulután, fue interceptado junto con dos colaboradores, la tarde del jueves Santo, por tres hombres armados y enmascarados que se transportaban en una camioneta todoterreno.
Masivo clamor de justicia en funeral del padre Walter
Vásquez Jiménez es el primer sacerdote asesinado desde el fin de la guerra.
Los delincuentes separaron a Vásquez Jiménez de los monaguillos. Al padre lo despojaron de sus pertenencias y lo lesionaron de bala, murió mientras intentaba escapar. A sus acompañantes también les robaron pero luego les ordenaron que se marcharan del lugar.
El homicidio fue cometido en el cantón Las Ventas, donde Vásquez Jiménez, había llegado a hacer el ritual del lavatorio de pies y a oficiar una misa en la ermita La Santísima Trinidad.
“Es un hecho condenable, justo en Semana Santa se comete este hecho; justo cuando reportábamos una baja de hechos de violencia”, agregó el jefe policial.
Según Cotto, los agentes que trabajan en el caso ya han logrado avanzar en las investigaciones, pero explicó que aún no puede revelar detalles de lo que se ha obtenido.