Los Talcigüines una lucha entre el bien y el mal

En la peculiar tradición de Semana en Texistepeque, Santa Ana, participaron 35 personas entre niños, jóvenes y adultos, usando trajes de rojo.

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Ninguno de los espectadores se molesta ni reclama, pues de acuerdo con la creencia popular, cada golpe purifica el alma y limpia los pecados. Foto/ Jessica Orellana

Por Violeta Rivas

2018-03-26 7:19:00

SANTA ANA. Como cada año los personajes vestidos de rojo con capucha y látigos recorren las calles de Texistepeque para conseguir el objetivo de azotar a quienes se pongas en su paso.

Este año fueron 35 niños, jóvenes y adultos quienes representaron a los particulares personajes de ese municipio llamados Talcigüines o “Endemoniados”.

Los Talcigüines, que representan al mal, aparecen cada Lunes Santo en ese municipio, participan en la misa representando al pueblo, y al finalizar salen para darles latigazos a quienes se pongan en su camino.

Una vez los “endemoniados” hacen de las suyas, viene la dramatización de la lucha entre el bien y el mal.
Foto/ Jessica Orellana

Ese día son muchos los visitantes de diferentes partes del país que llegan a Texistepeque para presenciar la actuación de los particulares personajes y ser azotados por ellos, ya que con ese latigazo se limpian los pecados y se purifica el alma, dice la tradición.

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Las personas que asisten disfrutan de ser azotados por los encapuchados, además de divertirse al ver a otros ser castigados con los latigazos.

A la dramatización que se realiza cada año en Texistepeque, Santa Ana llegan personas de distintas partes del país y extranjeros.
Foto/ Jessica Orellana

Este año la presentación de los Talcigüines comenzó a las 9:30 de la mañana, al sonar las campanas.

Al final los Talcigüines hacen una dramatización de la lucha entre el bien y el mal, la persona que representa a Jesús, llega con una cruz y sonando una campanita.

Los Talcigüines se colocan en diferentes esquinas de las calles para provocar a Jesús, pero él logra vencerlos.

Esta tradición fue declarada patrimonio cultural en mayo de 2014.

Cuando Jesús de Nazaret entra en escena encontrándose con un talcigüin en las calles del pueblo lucha contra el hasta que lo doblega con el sonido de una campanilla.
Foto/ Jessica Orellana