Rodrigo Mora: “En Chile, diputados que infringen la ley pierden su escaño; es un gran paso que ha costado darlo”

El especialista dice que en Chile implementaron una medida que ha dado buen resultado.

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Rodrigo Mora / Foto Por EDH

Por Eugenia Velásquez

2018-03-20 9:11:46

Rodrigo Mora es uno de los primeros expertos en Chile en temas del combate a la corrupción. Fue Secretario de Probidad y Transparencia en el gobierno de la presidenta Michelle Bachelet. Asegura que en su país han avanzado mucho en esta área, pero falta por hacer más. Ve a El Salvador con ojos positivos por los esfuerzos que está realizando en crear mecanismos y leyes que frenen la corrupción en el país. Exhorta a limpiar la opacidad en la cultura política quitándole a los diputados su escaño en la Asamblea, si se comprueba que financian sus campañas electorales con dinero ilícito.

¿Cuáles han sido las dificultades más latentes o sentidas de los chilenos para combatir el flagelo de la corrupción que abate a los países de América Latina, cómo han podido frenar esta situación y qué obstáculos han tenido?

No hay países que puedan estar exentos del problema de la corrupción. En particular, la virtud que tienen todos los países, y es lo que veo acá, es la necesidad y el impulso que se tiene para salir del problema y probablemente encontrar soluciones. Con eso ya está la mitad de la tarea hecha. En el caso particular de Chile, hemos tenido bastantes agendas, cada agenda por supuesto ha nacido a partir de un problema.

En realidad la agenda anticorrupción nadie las quiere en términos oficiosos, que alguien las saque a la luz por propia iniciativa, siempre requiere de un problema externo para que salga a la luz, en el caso chileno han sido agendas reactivas, pero agendas muy potentes, porque han sido agendas nacionales, transparentes, que están muy enfocadas en la implementación de políticas. Una de ellas, por ejemplo, nació a partir de un escándalo de la compañía de cobre más grande del mundo, a partir de eso se generó la política de rendición de cuentas fiscales, la necesidad de que las leyes del presupuesto se publicaran a tiempo con los datos necesarios, luego de eso, se generó el sistema de compras públicas que en Chile no había, había un sistema de compras públicas por organización que era tremendamente opaco.

Luego otras leyes importantes como la ley de Alta Dirección Pública, ley de Acceso a la Información y ahora por último estamos trabajando el tema de financiamiento de la política y la democratización de los partidos políticos, lo que incluye que las autoridades que infringen la ley de financiamiento de la política, pierden su escaño, es un gran paso que ha costado darlo, que los políticos en general no están de acuerdo, en el caso chileno tuvieron que someterse a la voluntad de la presión pública y acceder a esas peticiones.

Sobre esa rigurosidad sobre si los partidos no dan cuentas claras de su financiamiento, puedan perder escaños, ¿considera que en El Salvador hace falta mucho? han habido esfuerzos tímidos, pero no se ha logrado concretar nada ¿sería una herramienta muy valiosa para poder combatir la corrupción desde el nivel político también?
No hay recetas, cada país tiene sus propias características culturales, es muy difícil traspasar de manera particular, específica, lo que sí podría decir en el fondo, es que hay que establecer primero una importante cultura de la legalidad, si avanzara en reformas, cualquiera que sea, pero especialmente los partidos políticos que democraticen, que transparenten, incluso hay cosas que tienen que ver no sólo con agendas de probidad, por ejemplo, incorporar a mujeres y jóvenes, eso se ha conversado en Chile.

Necesitan que hayan partidos diversos y que sean reflejo de la sociedad, que se abran a la ciudadanía, porque la democracia sin partido no es una democracia sana, se requiere de los partidos políticos para avanzar, pero por otra parte, los partidos tienen que tener deberes ante la ciudadanía también, eso hemos tenido en cuenta. Por otro lado, la legalidad es importante, imaginemos que siempre tendremos soluciones por implementar, siempre hay remedios, los podemos traer de otros países, muchas veces afuera del continente, fuera de Europa, de Oceanía, lo importante es que exista cultura de legalidad, que la ley es un instrumento que debe ser cumplido, y eso a veces cuesta.

Es algo que no sólo tiene que venir como designio divino, como que caiga un rayo que de un día para otro empecemos a cumplir la ley, tenemos que hacer esfuerzos los medios de comunicación, la academia, este es un proceso bien largo que tiene que empezar por la conciencia y a partir de eso irradiar a los poderes del Estado y a los políticos.

Usted decía que hay casos en Chile que fueron bastante sonados, ¿cómo lograron que fueran enjuiciados? Nosotros tenemos una ley de Enriquecimiento Ilícito que data de 1959. ¿Cree que es suficiente o habría necesidad de crear una nueva ley como la de Probidad?
Allí hay que entender, algo que me parece bien interesante, la corrupción no solo se combate con remedios penales, sino que en todo ámbito, las sanciones pueden ser administrativas, civiles y también hay otra cosa, hay instrumentos, por ejemplo, que son preventivos, no tienen que ver con penas de cárceles, por ejemplo, la declaración de patrimonio, de conflicto de interés, hay que generar información una vez al año por ejemplo, para que permita verificar con cuánto patrimonio entra un funcionario público y con cuánto patrimonio sale, es un mecanismo relativamente indoloro que significa algo para el control social.