Rodrigo Belismelis, de 30 años, fue junto a monseñor Rafael Urrutia el abogado de la causa del Beato Óscar Arnulfo Romero para elevarlo a los altares.
Belismelis explicó cómo ha sido el proceso, desde el inicio, para que El Salvador ahora tenga un santo. Fue un proceso duro, desde que inició la causa hasta conocer el milagro y llevarlo hasta el Vaticano para que fuera aprobado.
El abogado cuenta que fue la familia Rivas Flores, quien se acercó a las autoridades de la iglesia católica del país para contar el milagro que por intercesión del Beato Romero, Dios hizo en ellos.
Según expresó Belismelis, la causa para que el Beato Romero llegara a los altares lleva ya 35 años, desde que la inició fue Monseñor Arturo Rivera y Damas, quien fuera Arzobispo de San Salvador en ese momento, quien consideró que cumplía con los requisitos que solicita la iglesia católica.
Cecilia Flores de Rivas, aún con vida por un milagro de monseñor Romero
El médico dijo que solo un milagro podría salvar a Cecilia… Esto es lo que ocurrió con la mujer cuyo caso ha servido para que el Vaticano se decida a proclamar santo al beato Óscar Arnulfo Romero.
“Se trata de poner a prueba ciertas virtudes de personas de carne y hueso como nosotros para que puedan alcanzar la santidad”, dijo el abogado.
El primer paso es que el vaticano acepte la causa y parte de esa fase es que lo nombren Siervo de Dios. Luego cumplir varios requisitos, entre ellos tener milagros, en donde la iglesia aceptó el milagro del martirio para nombrarlo Beato, explicó.
Uno de los pasos a seguir fue ordenar el contexto histórico (social y económico) de la época en la que vivió el Beato Arnulfo Romero. Para causas de canonización la Iglesia Católica considera que el martirio es el milagro hecho, porque no todos los santos tienen el don de ser martirizados.
La iglesia católica considera que Dios se lo da solo a ciertas personas elegidas, y en el caso de monseñor Arnulfo Romero, fue un martirio porque la iglesia consideró que lo persiguieron por odio a la fe, explicó el abogado.
“Yo cuando tenía a cargo la oficina de canonización (en el arzobispado), recibía a diario cientos de milagros, incluso de personas que venían de otros países, que venían a testificarme el milagro que Monseñor Romero les había otorgado”, aseguró.
Muchos de los casos que llegaban a su oficina eran de personas que habían sido sanadas de una enfermedad; pero son casos que no prosperan porque para que un milagro sea tomado como verdadero por la Iglesia Católica hay muchos filtros porque los procesos de canonización en la Congregación para la Causa de los Santos son muy rigurosos, además de ser muy extensos.
“Son teólogos, médicos, incluso valoraciones de personas que no son católicas quienes dicen hasta dónde llega la ciencia, la moral, la doctrina, y lo que sigue es Dios”, dice Belismelis.
El abogado postulador explicó que es importante saber que el milagro no lo hace el santo a quién acude el feligrés, sino que es Dios quien lo realiza. El santo es el que intercede para que ese milagro se pueda dar.
El caso de Cecilia Flores fue diferente para los procesos de canonización porque clínicamente ella estaba desahuciada, al igual que su hijo, y fue la intercesión del Beato Romero quien ayudó a que Dios realizara el milagro.
12 datos sobre la vida de Monseñor Romero
Aunque la fecha de canonización de arzobispo no está definida, podría ser a finales del próximo octubre en el Vaticano
La información sobre el milagro de Cecilia Flores, enviada al vaticano, fue el testimonio, es “estar consciente de que Monseñor Romero obró por ella”, dijo Belismelis.
A este testimonio se suman los informes clínicos, declaraciones de testigos, testimonios de los médicos y otra información que ayude a darle veracidad al milagro.
El abogado explica que este es el final del proceso y solo falta la fecha de canonización.
