Mientras las autoridades siguen sin pistas de la policía Carla Ayala, este miércoles el Instituto de Derechos Humanos de la Universidad Centroamericana José Simeón Cañas (IDHUCA) solicitó ser parte acusadora (querella) en el caso y que la Policía indemnice a la familia de la víctima.
Ayala cumple hoy 68 días de haber sido desaparecida por el policía Juan José Castillo Arévalo, en una fiesta celebrada en la sede del extinto Grupo de Reacción Policial (GRP), el 29 diciembre pasado. Hasta el momento, su búsqueda no ha dado resultados.
De acuerdo con el director del IDHUCA, José María Tojeira, el caso tiene todas las características de una desaparición forzada, lo cual considera un crimen de lesa humanidad. Con la petición de ayer, dijo, buscan que se esclarezcan los hechos, que se capture a todos los hechores y se devuelva el cuerpo de Ayala, en caso haya sido asesinada.
Traslado masivo en el GRP, principal grupo élite de la Policía
El director de la PNC, Howard Cotto dijo este jueves durante una entrevista que ese grupo no desaparecerá.
“Es una mujer con hijos, no podemos dejar a los hijos sin el apoyo de su madre y sin el apoyo económico para formarse y salir adelante en la vida. Entonces la responsabilidad civil es importante para la familia”, sostuvo Tojeira, quien aclaró que de momento no han acordado montos con la familia a reclamar a la Policía, institución donde laboró Ayala y también involucrada en su desaparición.
Velarán la actuación de la Fiscalía y Policía
Tojeira señaló que aunque no es juez para determinar el accionar de la Fiscalía y la Policía en este caso, insistirán en que ambas instituciones trabajen en conjunto, y que de no hacerlo denunciarán sus fallas.
Cuando el Ministerio Público acusó a cuatro agentes del GRP de favorecer a Castillo Arévalo para que se fugara, también dijo que la Policía no había colaborado objetivamente en las indagaciones.
El policía Juan Josué Castillo, quién hirió a la agente Karla Ayala Palacios, sigue prófugo
El director del IDHUCA manifestó que esperan que las investigaciones lleguen hasta los dos jefes policiales que estuvieron en la fiesta. En su momento, fuentes informaron a El Diario de Hoy que estos incluso rifaron licor.
El pasado lunes, la Policía exhumó (desenterró) el cadáver de una anciana en el cementerio de San Francisco Javier, en Usulután, ya que suponía que allí estaban los restos de Ayala. Uno de los familiares de la señora encaró al director de la institución, Howard Cotto, por el procedimiento. Éste de disculpó.
Cotto admitió después que no pensaba renunciar a su cargo, a pesar del error cometido y que seguirían indagando.