Al estar buena parte del tiempo compartiendo con los compañeros, existe la posibilidad de que, por ahí, surja un click romántico, pero ¿es recomendable? Los expertos opinan
Hay quienes no le ven problema a que dos compañeros del trabajo salgan en plan romántico. Pero otros miran el tema con desconfianza.
Partamos del hecho de que ambos son solteros y comparten la misma jerarquía laboral. ¿Qué problema podría haber? La dra. Margarita Mendoza Burgos es clara.
“En términos generales, es mejor evitar las relaciones de noviazgo en la oficina, ya que si algo sale mal, redundará en el trabajo y, si están muy bien, se pueden distraer”, afirma.
Las pociones de amor con más demanda entre los salvadoreños
En el edificio número cuatro en la sección de especies y más se encuentra la salvación para las personas que sufren mal de amores o que buscan prevenirse de la infidelidad. ?Pociones, esencias, polvos y amarres, son los más populares que buscan las personas que desean mantener la llama del amor flamante en su relación o que quieren asegurarse de encontrar en esa persona especial el amor que buscan.
La psiquiatra plantea que quienes inician un romance de este tipo estarán expuestos a chambres, burlas, celos de otros compañeros, malas jugadas y hasta regaños, si bajan el rendimiento.
De manera que aconseja, a quienes ya están metidos en un noviazgo en la oficina, que no se den el gran colorón, sino que mantengan un perfil bajo. “Hay que llevar la relación muy discreta y lo más alejada posible de la relación laboral del día a día”, sugiere.
La psiquiatra también recomienda que se tengan en cuenta las políticas de la empresa donde trabajan, porque hay lugares en los que se prohíbe salir con subalternos, jefes o compañeros en general. Así que no hay que arriesgarse.
Quemadas de pata
Ya hablamos del escenario “ideal” que se puede dar, pero qué ocurre cuando uno de los dos o ambos son casados o ya tienen un compromiso formal y se fijan en alguien más del entorno laboral.
La consultora Vault realizó una investigación, en 2016, en la que el 19 por ciento de los entrevistados aceptó haberle sido infiel a su pareja con un compañero de trabajo. Pero, curiosamente, en la mayoría de los casos, los encuestados alegaron que no fue algo calculado.
Para la escritora Shirley Glass esto tiene sentido. “La nueva infidelidad se da entre gente que inadvertidamente establece conexiones profundas y apasionadas antes de advertir que cruzó el límite entre una amistad platónica y el amor”, sostiene la en su libro “Más que amigos”.
La autora afirma que 80 de 100 casos de infidelidad son relaciones que empiezan como meras amistades, por lo general, en el espacio de trabajo. “El ambiente laboral de hoy se ha transformado en la nueva zona de peligro para la atracción romántica y la oportunidad”, señala Glass.
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Sin embargo, de acuerdo con el estudio de Vault, las consecuencias de las quemadas de pata en el trabajo suelen pasar altas facturas. El 25 por ciento de los que tuvieron una aventura en la oficina enfrentaron divorcios o el fin de una relación. Además, el 12 por ciento afirmó que eso afectó su carrera.
Esto se agrava cuando el romance es entre jefe y subalterno, porque el resto no lo ve bien. En la investigación efectuada por Vault, el 33 por ciento tachó ese tipo de conductas como “inaceptables”.
Pero más allá de si es una cuestión moral o no, el abogado Mark Kluger opina que el verdadero problema es que pueden generar relaciones “esto por aquello”, y caer en acoso sexual.
“Incluso, si tu romance laboral no provoca una relación de poder inapropiada, puede que tus compañeros sientan que sí”, declaró a la revista Bloomberg Business. “Si un supervisor y un subordinado tienen una relación amorosa, su relación laboral se complicará inmediatamente por la percepción de favoritismo”, añadió.
Este panorama es confirmado por el estudio de Vault, que reporta que un tercio de los participantes de la encuesta creía que su compañero obtenía ventajas profesionales mediante un romance, y el 26 por ciento aseguró que eso lo hacía sentir incómodo.