Los ojos de Claudia Ramírez, de 55 años, se llenan de lágrimas, entre sus manos aprieta un servilleta blanca mientras habla de la muerte de su hija y ve a su nieta de tres años jugando en el piso. Al fondo de la sala de velación en un ataúd blanco está Graciela Ramírez, su hija de 22 años, cuyo cadáver fue encontrado con múltiples laceraciones causadas con corvo. Hecho por el cual la Fiscalía y Policía no reportan capturas todavía.
Claudia aseguró que el martes por la mañana cuando estaba cocinando y vio entrar a los policías a su casa se asustó, pero no esperaba que le dijeran que su hija estaba muerta y necesitaban que fuera a identificarla.
“Ellos no me dejaron ver la escena, pero me enseñaron el DUI de ella y me preguntaron si ella tenía un tatuaje de un búho, les dije que sí. Ellos me dijeron que había muerto por arma blanca, pero yo creí que había sido con un cuchillo o picahielo, jamás que con un corvo”, explicó la madre.
Manifestó que le sorprendió que el cadáver de Claudia fuera encontrado un pasaje después de donde vivía con su compañero de vida, con quién se iba a casar el próximo 15 de abril.
Sin embargo, ella no sabía que la noche del domingo su hija canceló la boda que tenía planeada, es más ella esperaba acompañarla esta semana a comprar las tarjetas, como días antes habían acordado.
1,519 mujeres asesinadas y solo 258 condenas por feminicidio en dos años
Entre el 2015 y el primer semestre de 2017, el informe anual del Instituto Salvadoreño para el Desarrollo de la Mujer (Isdemu) registró 846 crímenes, es decir que falta por judicializar.
Según la versión de José Turcios (expareja de la joven), Graciela hizo un viaje a La Unión por dos días y llegó el domingo en la noche para comunicarle que la boda se cancelaba porque ella tenía otra pareja, quien era un agente del sistema de Protección a Personalidades Importantes (PPI), cuyo nombre recién se había tatuado en el pecho.
“Ella empezó a sacar sus cosas el lunes en la mañana (???) en la tarde me escribió, nos vimos y fuimos a comprar dos pares de zapatos. Cuando llegamos a la casa me dijo que iba a terminar de sacar sus cosas”, contó Turcios.
Aseguró que la tarde del lunes fueron a comparar dos pares de zapatos para ella, la llevó a cenar, ya estaban cumpliendo un año de estar juntos y a pesar que la relación ya había terminado, él decidió cumplir con la cena que le había prometido.
Comentó que Graciela dejó su ropa ordenada y salió aproximadamente a las 7:30 de la casa “con un vestido negro, largo y unas sandalias negras”, sin imaginarse que esa sería la última vez que la vería con vida. Él se enteró de su muerte cuando los policías llegaron a su trabajo para interrogarlo diciendo que era sospechoso del crimen.
Doctora del Ministerio de Salud muere en confuso hecho
Autoridades investigan si se trató de un accidente o fue un feminicidio. Su novio está detenido.
“Ella no llegó (en la noche del lunes), en la mañana salí a trabajar, pero salí por el lado de la calle porque un compañero me estaba esperando, entonces no salí por dónde siempre salgo y por eso no la vi. Quizás no hubiera llegado a tiempo para ayudarla, pero al menos la hubiera identificado”, dijo.
Preguntas sin respuesta
Claudia aseguró que no entiende por qué su hija terminó con los planes de boda, pues la veía “contenta, emocionada planeando detalle a detalle”. Sin embargo, dijo que tenía conocimiento de la otra relación de su hija, pero que antes de comprar el vestido, tres semanas antes, le había dicho que la relación había terminado.
Por otra parte, tampoco saben dónde están las pertenencias que Graciela se llevó de la casa, pues no están en la casa de ningún familiar, además nadie de la familia sabía de la ruptura.
Claudia aseguró que su hija le contó que trabajaba en un restaurante como auxiliar de bartender, pero nunca le mencionó el nombre o lugar donde laboraba. Turcios tampoco tenía conocimiento, pero con el tiempo se dio cuenta que ella trabajaba en bares nocturnos.
Dos recientes asesinatos de mujeres que conmocionan a El Salvador
El pasado 23 de enero una doctora fue asesinada presuntamente por su pareja. Un caso similar fue reportado este martes 13 de febrero en Mejicanos
En cuanto a la muerte, Claudia dijo que se enteró que su hija fue asesinada con corvo porque el personal de la funeraria se lo confirmó, después que tardaran cerca de cuatro horas en maquillarla y tratar de ocultar las heridas que tenía.
“A ella la mataron con barbarie, siento que no la mataron por robo porque cizaña con la que a ella la han tratado es como que alguien pagó para que le hicieran tanto daño y como que fuera un odio tan personal”, señaló Claudia.
Según la Policía, el cadáver tenía lesiones con con arma cortopunzante, pero no dieron más detalles al respecto y tampoco detallaron si el hecho ocurrió en la zona o en otro lugar. Claudia piensa que su hija no fue asesinada en el lugar porque en la escena no había sangre.
También le parece raro que cuando los policías le notificaron de la muerte de su hija le dijeron que ella había muerto a las 11:45 p. m. del lunes y cuando llegó al lugar le dijeron que ella había muerto a las 6:45 a.m. del martes e incluso, el personal de la funeraria encargado de maquillar las heridas aseguraron que Graciela no tenía muchas horas de haber muerto, pues sus labios no estaban morados.
La víctima deja una niña de tres años en la orfandad. Foto/ Lissette Monterrosa
Graciela deja una niña de tres años, según versión de la madre y de Turcios, la relación que Graciela tuvo con el padre de su niña fue “bastante problemática”.
Hasta el cierre de esta nota, la Fiscalía General de la República (FGR) no reportaba capturas y tampoco hizo público ningún avance de la investigación.
El año pasado, según la FGR, ocurrieron 469 muertes violentas y de estas 346 fueron catalogadas como feminicidios, pero según los datos de CEMUJER, 470 mujeres fueron asesinadas de forma violenta.
En este año, se han registrado 41 muertes violentas de mujeres, pero solo 35 fueron determinados como feminicidio, Graciela, vendría a formar parte de la lista de feminicidios de este año.